La s autoridades deben establecer qué está ocurriendo en las vías de Manizales y de otros municipios, pues dice mucho el incremento de las muertes por accidentes de tránsito en Caldas. La Agencia Nacional de Seguridad Vial reportó un aumento con tendencia creciente, mientras en el 2023 fueron 149 decesos, en el 2024 llegaron a 169; 20 personas más perecieron. Preocupa bastante que en el primer semestre de este año fueron 82 víctimas fatales, cuando en el del 2024 se registraron 75. En Manizales, la relación es de 27 muertos en el 2025, frente a 20 en el 2024, un aumento del 35%.

Con una sola persona que esté muriendo en las calles por estos hechos tiene que preocupar a toda la sociedad. Puede estar diciendo que las vías no están brindando las garantías suficientes para el goce seguro de los ciudadanos, que los conductores se están excediendo en límites de velocidad permitidos para áreas urbanas y rurales, que no se está cumpliendo con la revisión tecnicomecánica de los vehículos o que a los peatones les está faltando capacitación para circular correctamente.

A las muertes ocurridas en Manizales le siguen las de La Dorada con 17 víctimas (11 en el 2024), Chinchiná con 6 (2), Palestina con 4 (1). Habrá que preguntarse además si será el momento de considerar una reducción en los límites de velocidad, especialmente en Manizales y en áreas suburbanas, donde hay sitios en los que carros y motocicletas se sobrepasan sin que nadie les llame siquiera la atención. La alcaldía de Carlos Mario Marín señalizó algunos tramos de la avenida Santander con límites de 30 kilómetros por hora, que puede ser viable para zonas escolares en horarios de ingreso y de salida de estudiantes, pero se podría pensar en un tope de 40 k/h que permite frenar y reaccionar en caso de algún imprevisto y no ralentiza tanto la movilidad.

Manizales, que tiene un grupo importante de agentes de tránsito, y los municipios que cuenten con este recurso humano, deberían tener mayores controles y operativos exigiendo la revisión tecnicomecánica al día, que definitivamente es un elemento de prevención frente a fallas mecánicas. Los usuarios de motocicletas vuelven a figurar como los que más muertos están aportando en accidentes de tránsito en el departamento, la relación es de 39-45 entre 2024 y 2025, por ello no deben molestarse con los retenes en las vías, que muchos han aprendido a eludir ilegalmente con informaciones que ponen a circular por redes sociales para que los conductores no pasen por estos puntos.

La medidas de tránsito no son para molestar a nadie, buscan es proteger la vida y la seguridad de las personas por eso no deberían evadirse; si se cumplen las normas, no hay por qué temer, y el que las infringe sabe a lo que se tiene. Si lo que está haciendo falta son inversiones en las vías y hay corregir errores para evitar accidentes o construir obras que ayuden a mejorar la circulación de carros y de peatones las alcaldías deben reservar los recursos suficientes para ello. Las muertes por estos hechos no pueden seguir aumentando.