El Ministro de Comercio, Luis Carlos Reyes, sostuvo que aunque las empresas se enfrenta al reto de la formalidad, insistió en que es necesario entender que el reto es de quien las crea y de las complicaciones que eso genera.

"Necesitamos en otras palabras simplificar requisitos, bajar costos y apoyar a las pequeñas empresas con crédito, a través del pacto que hizo el Gobierno con el sector financiero", indicó.

A la consulta de si se debe acabar o no el régimen simple de tributación, sostuvo que este sistema más que apoyar a las empresas informales para llevarlas a la formalidad lo que ha hecho es reducir la carga tributaria que pagaban algunos formales y por ende, se tiene que pensar en estrategias distintas.

En otras palabras sugirió una especie de evasión por un medio legal que se adoptó.

¿Sí o no?

A su turno, el presidente de Fedesarrollo, Luis Fernando Mejía Alzate, sostuvo que más que defenderlo se debe analizar los resultados que ha dado a conocer el MIinisterio de Hacienda que indican que el 66% de las empresas que se pasaron al simple vienen del mismo régimen ordinario y por ende, sostuvo que es un debate interesante, pues no ha sido el más exitoso.

¿Y el crecimiento?

El gerente del Banco de la República, Leonardo Villar Gómez, estimó que el crecimiento este año en Colombia solo será del 1,8%, aunque confió que para el 2025 siga creciendo a una tasa del 2,7% y para el año siguiente, al 2026 en el entrante 3%.

Sostuvo que esto será posible en la medida en que la inflación mantiene una tendencia decreciente. Pese a ello, reconoció que para seguir creciendo se requieren una serie de políticas que permitan que ese dinamismo se mantenga.

El concepto fue ratificado por el presidente de Fedesarrollo, quien lamentó la baja tasa de inversión que ha venido teniendo el país y que es del orden del 17% del Producto Interno Bruto (PIB), aunque el país llegó a tener tasas del 24% y antes de la pandemia fue del 21%.

Las explicaciones se deben en parte al apretón de la política monetaria, a los efectos de las dos últimas reformas tributarias, la incertidumbre de la política económica y el anuncio de ciertas medidas que ha implementado alrededor de la infraestructura, vivienda y sector mineroenergético que limitan la capacidad de la economía.

Sostuvo que el crecimiento es determinante para la generación de empleo y por ende, el énfasis

política fiscal y en el desequilibrio de las finanzas públicas, hecho complejo hoy para el país, considerando que durante cinco años consecutivos se traen déficit fiscales por encima del 4%.

Eso se suma al hecho de que Colombia hoy en día tiene la mayor prima de riesgo por encima de países como Chile y Perú, lo que afecta el costo del financiacimento y es una barrera para inversión.

Mejía Alzate insistió que la reforma tributaria no es conveniente y genera riesgos, más cuando se habla de un impuesto de renta del 35% que no es competitivo cuando los costos de operación son tal altos.