Aída Avella Esquivel llegó a Manizales para exponer su papel en la construcción de paz de Colombia. Además de los procesos que ha adelantado en su carrera política, tiene una historia como víctima del exterminio del partido Unión Patriótica (UP).

En la actualidad Avella se desempeña como presidente de la UP y senadora de la República por el Pacto Histórico.

Fue concejal de Bogotá entre 1992 y 1996, y candidata a la vicepresidencia en las elecciones presidenciales de 2014 por la alianza entre el Polo Democrático Alternativo y la Unión Patriótica. Además, es reconocida por promover la constituyente de la Asamblea Nacional de 1991.

Pero, más allá de su carrera, la senadora en conversaciones con LA PATRIA habló del panorama político de Colombia, su visión como militante del Pacto Histórico y las expectativas para las siguientes contiendas presidenciales.

¿Cómo ve el panorama político en Colombia?

En este país de tantos problemas, violencias recicladas y estudio de todas las condiciones sociales de la precariedad, sí hay algo que llama la atención: es el abandono de la tercera edad, de los campesinos. Hay muchas inquietudes alrededor de cómo ayudar en este gobierno del cambio, que no le ha quedado fácil haber ganado, que recibe ataques de todas partes... de la gran prensa, de las cortes.
 

¿Cuáles han sido los ataques?

Habernos hundido las reformas, no solamente la laboral, sino que hundirnos, por ejemplo, la de financiamiento. Esto no se le ha hecho a ningún Gobierno. Lo hacen porque Gustavo Petro es el presidente de Colombia. Eso no se hace. En las altas cortes hay una tendencia muy delicada que no logro entender como constituyente, y es cómo han sustituido algunos de los artículos de la Constitución, como los 360 y 361 que eran las regalías. Simplemente la Corte Constitucional les dio $6.7 billones de las regalías a las transnacionales. Eso es falta de amor a la patria.
 

¿Se sienten perseguidos?

Pienso que hay una andanada judicial contra el Pacto Histórico. El hecho de habernos quitado a todo el que llega a la presidencia del Senado del Pacto Histórico. Están los casos de Roy Barrera, Alexander López, María José Pizarro, quien en el segundo periodo es la vicepresidenta y la intentaron sacar como fuera, pero no pudieron por una serie de interposiciones de carácter jurídico. Sí creo que hay una ofensiva muy grande contra un Gobierno que logró superar en votos a quienes habían tenido el poder por muchísimos años.
 

Se sabía que la oposición iba a ser fuerte, ¿esperaban que fuera de esta manera como se ha presentado?

No. Nunca lo pensamos, especialmente la agresividad de algunas cortes. Respecto a los escaños del Pacto Histórico, creo que todos los parlamentarios estamos demandados con voto y opinión. Eso es increíble. Nos demandaron, incluso, cuando en la primera instancia aparecimos en la lista de Los Decentes. El país tiene que acostumbrarse a otras cosas. Tiene que acostumbrarse a no votar por los que roban.
 

¿Cree que el Gobierno ha logrado por lo menos la mitad de los objetivos?

En algunos casos hemos avanzado, por ejemplo, en la reforma agraria y de la tierra. Y no se produjo lo que tanto decía la oposición; que iba a haber expropiaciones. No ha sucedido nada. Y el dólar ha estado controlado. Yo creo que la cuestión fiscal ha funcionado. Pero eso no lo reconoce la oposición, ni lo reconocen los grandes medios de comunicación.
 

Entonces, ¿cómo se reflejan los avances?

La gente lo ve cuando va al campo y encuentra a los campesinos con las tierras que les habían quitado o en fincas que han construido el narcotráfico con expropiaciones, pero tierras buenas. Es decir, no se le está mandando por allá a lo último, sino que están las tierras que tenía la Sociedad de Activos Especiales (SAE). Nosotros hemos actuado muy bien y hemos avanzado en ayudar a muchos campesinos.
 

¿Qué retos identifica?

Vamos a tener que hacer un enorme esfuerzo por superar la serie de carácter financiero, que es uno de los palos que le han puesto en la rueda al Gobierno de Gustavo Petro. No solamente el hundimiento de la ley de financiamiento, sino el recaudo de la DIAN. (…) Aquí faltan algunas investigaciones, por ejemplo, las grandes empresas por qué no pagan el IVA. Lo recogen y se lo guardan. Eso no es correcto. El Estado tiene que organizar eso de otra manera.
 

Se ha cuestionado la decisión del presidente de sostener en el Gobierno, entre otros, a Benedetti y Barreras, pese a acusaciones por presunta violencia género y acoso, ¿como mujer, tiene alguna posición?
 

Hay necesidad de hacer un gran frente amplio. De pronto quisiéramos que todos fueran inmaculados, pero este país tiene muchos partidos, y esos partidos son los que eligen la gente. Son los que llevan al Congreso o a determinados cargos a su gente. Lo que sí le pedimos a los sectores progresistas es que lleven a su mejor gente. Es que tengan en cuenta que este país necesita realmente un cambio de visión, pero también un cambio de comportamientos. Aquí el político que tenga mucha plata es porque ha hecho negocios que no debe hacer.
 

Usted mencionaba que la campaña ya se está dando, y que empezó con la reciente marcha convocada por el presidente, ¿Cuál es el plan desde el partido?

Es que esta marcha se da porque no es la manera de enterrar una ley. Que nos la entierren en la plenaria, que la dejen pasar de la Comisión. Que sí, que eso está en la Ley, pero es indecoroso que una cámara entierre en días una reforma que duró meses discutiéndose, simplemente porque anunciaron que no votarían ninguna reforma del Gobierno Y claro, tienen un voto más, con un voto deciden que la ley se archive. Eso no se hace ni con los senadores ni con el pueblo.
 

Y, ¿cómo ve el terreno para las próximas elecciones?

Habrá muchos candidatos. A veces no me explico cómo quieren ser candidatos a la Presidencia en un país tan complicado. Pero bueno, cada cual define a qué se lanza. Creo que van a haber unas elecciones muy interesantes, porque la gente se está dando cuenta por qué no dejan gobernar. Y no dejan gobernar porque este no es un gobierno de las élites, porque se están cambiando cosas que ellos creían que iban a obrar toda la vida, como tener empleos basura para los jóvenes. Eso no puede ser. Y vuelvo a hacer el llamado al gerente del Banco de Colombia: Deje de despedir a las mujeres.

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