La cumbre que se realiza desde ayer en Río de Janeiro, el G20, es el encuentro mundial de mayor trascendencia por tratarse del grupo de países con las economías más poderosas, las que mueven el planeta y de mayor capacidad de decisión. De allí comenzaron a salir acuerdos clave. Se lanzó ayer la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza, que comienza con 148 miembros fundadores, entre ellos todos los miembros del Grupo, instituciones financieras como el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo y 31 organizaciones filantrópicas. El compromiso es impulsar inicialmente 40 proyectos que beneficiarán con recursos a unas 500 millones de personas en el mundo y con alimentación en escuelas para cerca de 150 millones de niños.
Abogamos porque Colombia esté en la lista de países priorizados para estos fines. El anfitrión del encuentro, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, acertadamente abrió la cumbre aseverando que “es imprescindible acabar con el hambre para llegar a un mundo en paz. El mundo está peor. Tenemos el mayor número de conflictos armados desde la II Guerra Mundial y la mayor cantidad de desplazamientos forzados jamás registrada”. El hambre campea por muchos lugares del planeta, en especial los que están en guerras y conflictos, y por eso se necesita que el mundo también ponga los ojos sobre Colombia, donde el conflicto se ha agravado.
Asiste como invitado a esta Cumbre el presidente Gustavo Petro, lo que deberá ser una oportunidad muy bien aprovechada en beneficio de las necesidades del país. Múltiples posibilidades se podrían tener si él y los miembros de su equipo de Gobierno que lo acompañan saben obtener ganancias al reforzar las relaciones bilaterales con países participantes. Para ello se deberán dejar a un lado las figuraciones personales y poner por encima el interés general.
La Cumbre tendrá hoy la sesión de desarrollo sostenible y transición energética. Los líderes mundiales deberán discutir los devastadores efectos de los fenómenos climáticos extremos en todo el planeta. Brasil espera poder abordar también la reforma de la gobernanza mundial, que incluye modificaciones en organismos internacionales como la ONU, la Organización Mundial del Comercio, el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, para lograr allí mayor participación. Es algo que Lula ha venido tratando de impulsar sin mayor éxito, y de lo que también ha hablado Petro como un deseo para Colombia, pero no parece ser el momento para este fin.
Entre las reuniones agendadas como parte del G20 y en las que estará el presidente Petro hay una con Lula da Silva, un aliado estratégico de Colombia, y en la que además de los asuntos de trámite entre los dos países pueda ser que se aborde el electoral de Venezuela, para que de allí salga una posición conjunta en defensa de la transparencia electoral y del pueblo venezolano, que ayude a dar claridades y evite que este país continúe en medio de un régimen dictatorial. Sin embargo, es tanta la convulsión mundial y las necesidades sociales y económicas del planeta que las discusiones en esta Cumbre deben concentrarse en aspectos tan vitales como la paz, para reducir el hambre, la pobreza y las desigualdades.