Del asesinato de Élmer Fernández Velasco
Señor director:

A cuatro días de cumplir 58 años, fue asesinado en la capital, el director de la cárcel La Modelo en Bogotá, Élmer Fernández Velasco coronel (r), 16 de mayo de 2024. No poseía esquema de seguridad -obvio- para un funcionario en riesgo inminente por su labor penitenciaria. Absolutamente desprotegido murió baleado en una camioneta. Venía de ser amenazado de muerte desde la cárcel de Guaduas (Cundinamarca). 
No hay que solicitar protección, hay que suministrarla. Tristemente en nuestra Colombia este tipo de situaciones luctuosas se han normalizado, sin que nadie se responsabilice. En las cárceles hace muchos años ya no se recuperan los presos, se delinque sin tapujos y se ordenan asesinatos sin Dios ni Ley. 
Helena Manrique Romero

El principio del fin
Señor director:

La invocación de los numerales 5 y 7 del artículo 9 de la Ley 1740 de 2014 para imponer un rector encargado en la Universidad Nacional de Colombia es una vía de hecho que arremete flagrantemente contra el Estado de Derecho y el principio de legalidad porque impone una decisión política sin acatamiento de la ley. Hay prevaricato en la decisión que se tomó mediante la Resolución 007480 del 15 de mayo de este año porque quien ejecuta las leyes no le corresponde la atribución de interpretarlas, máximo cuando se trata de normas que se refieren al ejercicio de la inspección y vigilancia del Estado. Existen mares de providencias de la Corte Constitucional que han señalado que la función sancionatoria del Estado es totalmente reglada y no cabe en ella lugar alguno a la discrecionalidad y mucho menos a la arbitrariedad, a menos que se trate de aplicar el principio de favorabilidad. El prevaricato del señor ministro Ad Hoc de Educación, Juan David Correa Ulloa, se materializa en el hecho de crear una figura de rector Ad Hoc inexistente en la Ley 1740 que invoca como sustento a su decisión, agregando que lo hace motivado porque lo ilegítimo es lo actuado por el legítimamente elegido exrector, Ismael Peña, por cuanto su obrar “resulta contrario al ordenamiento jurídico y a los Estatutos de la Universidad”.
Interpretar los numerales 5 y 7 del artículo 9 de la Ley 1740 de 2014 para encubrir las consecuencias nocivas para la Universidad Nacional de Colombia que se han derivado de la actuación de la señora Ministra de Educación, Aurora Vergara, como presidenta del Consejo Superior Universitario, al desconocer con dilaciones formales una decisión tomada en derecho, es un prevaricato que la sociedad civil no puede admitir por el bien de la educación de los colombianos, la estabilidad del Estado Social de Derecho y la autonomía universitaria materializada en un sentido jurídico en los Estatutos de la Universidad Nacional de Colombia. Con apego a los Estatutos de dicha institución el Consejo Superior Universitario resolvió legalmente el trámite de elección de Peña surtiendo los pasos establecidos y ponderando la voluntad expresada por la comunidad universitaria en una consulta que adelantó y, en consecuencia, procedió a ejercer sus atribuciones estatutarias para haberlo elegido como rector.
Ha sido evidente para el sector de la educación la promesa de campaña de este Gobierno a las organizaciones estudiantiles, de tomarse el gobierno de la universidad pública y privada, y por ello no sorprende la parte motiva de esta pieza jurídica propia de un tirano. Se sacrifica la institucionalidad por la fuerza de las mayorías, y se reduce la democracia a un asunto de números y capacidad de intimidación provocando renuncias por amenazas, como si “las mayorías” en sí mismas, con más de cien (100) derechos de petición que se dice ha tenido que resolver el Consejo Superior Universitario, fuera una muestra estadística suficiente de entre centenas de estudiantes en el país para imponer su voluntad por encima de las instituciones jurídicas.
Si quedaban dudas acerca de la intención de los ocultos artículos que se han denunciado, están consignados en el Proyecto de Ley Estatutaria sobre “democracia directa”, que inicia su trámite en la Comisión Primera del Senado de la República, para instaurar la soberanía estudiantil en el sistema de educación en el país: con la emisión de esta resolución han quedado despejadas. Es inútil que se pueda razonar en derecho cuando no importan los modos sino los fines. Tener el rector que prometió el Gobierno al movimiento estudiantil es lo que importa, así esto implique amañar la Ley 1740 de 2014 o inundar las calles de miedo y pánico para que los defensores del Estado de Derecho bajen su cabeza y se escondan para no ser presas del dictador. Es paradójico que aquello que fue argumento para este Gobierno del cambio, sea ahora la herramienta que esté empleando para imponer su visión del Estado, del mundo y del hombre: la violencia jurídica con el irrespeto flagrante a la ley y la autonomía universitaria.
Jaime Alberto Cataño Cataño

Es inconveniente cambiar la regla fiscal
Señor director:

Varios funcionarios del Gobierno han insistido en flexibilizar, cambiar o modificar la regla fiscal, y el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, anunció la presentación al Congreso de un proyecto con este fin. El debate sobre el tema es de tipo económico, de finanzas y más que todo sobre el manejo del presupuesto de Colombia; en términos de seguridad y respeto es seguro que resulta inconveniente modificar normas de la noche a la mañana. El asunto hay que analizarlo como la regla económica del país, que debe cumplirse por estar convenida en favor de la colectividad nacional. Además, la regla fiscal, según la define el mismo Ministerio de Hacienda, “es el instrumento de planeación financiera del Gobierno nacional que tiene como objetivo establecer metas puntuales sobre el balance fiscal en función del nivel de deuda pública, garantizando la credibilidad y sostenibilidad de las finanzas públicas”.
No cumplir la regla fiscal, tal y como lo planteó al inicio del debate el presidente, Gustavo Petro, golpearía al crédito y la llegada de inversión al país; cambiarla, flexibilizarla o modificarla provocaría lo mismo. La regla fiscal colombiana, además de convenida de acuerdo a la situación del país mediante la expedición de Ley 1473 del año 2011, representa el modo o método para ejecutar los asuntos generales de la economía y las finanzas públicas; es decir, es la disciplina que estudia, entre otros asuntos, el conjunto de instrumentos relacionados con los ingresos públicos, el gasto público, el endeudamiento interno y externo del Estado. La importancia de la regla fiscal consiste, en forma primordial, en la organización del presupuesto general del país; se sabe que si en una entidad existe organización y hay orden en los gastos se estará contribuyendo a un excelente manejo del presupuesto. En forma simple, cuando una organización tiene reglas establece el orden en los gastos que deben ejecutarse según los niveles de prioridad.
Jorge Giraldo Acevedo

El pandebono
Señor director:

Las redes sociales informaron acerca de un concurso en el que los turistas del mundo escogieron los mejores amasijos. El primer puesto fue para el pandebono, el quinto para el pandeyuca; el pandequeso y la almojábana obtuvieron  puestos muy notables.
En cuanto al nombre del pandebono se han aducido varias explicaciones: 1- Se creó en una hacienda del valle del Cauca llamada Bono. 2- A los esclavos del valle les pagaban con un bono para sus compras. 3- Un italiano de nombre o apellido Bono fue el feliz inventor. 4- El mismo italiano recorría las calles de Cali gritando “¡Pan de bono!”, esto es, pan del bueno.
Una de las mejores canciones de la Feria de Cali me parece que lleva por título La Feria de la Caña, del Grupo Niche. La letra dice, entre otras cosas: “Cuando por la Sexta vas pasando es mi Cali bella que estás atravesando”. Y más adelante: “ESTO ES CUESTIÓN DE PANDEBONO”.
La Casa del Pandebono, El Palacio del Pandebono, El Mejor Pandebono, etc., son nombres de negocios que hacen y venden esta maravilla de golosina
Atentamente,
Don Cecilio.

El conflicto penitenciario
Señor director:

Es unánime la condena por el vil asesinato del coronel en retiro Élmer Fernández , director de la cárcel modelo, en Bogotá;  ahora todos esperamos que este acontecimiento sirva para corregir los males que abundan en el sistema carcelario. El asesinato del director de la cárcel modelo es un hecho que amerita acciones claras, efectivas y contundentes; además que sean inmediatas. Concretamente, con relación al asesinato del director de la modelo, es lamentable que por trámites administrativos él no tuviera asignado el esquema de seguridad que debía tener desde el mismo momento de su posesión en un cargo de alto riesgo como lo es la dirección de una cárcel.
La población colombiana sabe perfectamente que las cárceles no son centros de rehabilitación; allí por el contrario los delincuentes continúan operando, el conflicto por el hacinamiento es lamentable, la inmoralidad por parte de algunos guardias contribuye a que se presenten casos de extorsión y estafas, mediante llamadas con celulares. Solucionar el caos carcelario y actualizar el código penal, son medidas que se deben tomar inmediatamente.
Jorge Giraldo Acevedo 
jgiraldoacevedo@yahoo.es

La Plaza de Mercado de Manizales
Señor director:

Deberían convertir la Plaza de Mercado de Manizales en un sitio turístico de la ciudad.
Diego Ramírez Lema

Tengo un sueño
Señor director:

Basta con frotar un poco nuestro barniz de civilización para que aparezca, con toda su fiereza, el protagonismo del hombre en actos de barbarie que tienen su origen en el fundamentalismo, el sectarismo, el racismo o la intolerancia. Tales episodios indeseables contradicen la naturaleza humana y atentan contra nuestros semejantes. Grandes líderes mundiales han sido acribillados por su discurso pacifista en la plaza pública, y por estar a favor de personas que por su humildad, pobreza e ignorancia son presa fácil de criminales sin escrúpulos. Es probable que estos sujetos carezcan de la empatía necesaria para comprender lo que podrían sentir si estuvieran en una situación semejante, o están enfermos de poder y egoísmo, manipulan la realidad y se consideran con derecho de esclavizar a otros, torturarlos, aniquilarlos y convertirlos en cualquier cosa.
El magnicidio de Jesucristo, cuyo legado dio origen al cristianismo y quien, con su palabra y obra, partió en dos la historia de la humanidad, es un ejemplo vívido. Durante su corta y humilde vida pública, Jesús propuso un estilo de vida centrado en el amor, la justicia y el perdón. En todas sus apariciones abogaba por la igualdad, la solidaridad, el respeto por la vida, la equidad, los derechos de las minorías y el arrepentimiento. Este mensaje alertó al gobierno dictatorial del Imperio romano, que sintió amenazado su poderío y, como una clara advertencia, lo sometió al escarnio público, a la tortura y a la muerte en la cruz.
En otros escenarios de la Tierra, en los que nuestro planeta se ha convertido en un mundo oscuro y hostil, las eternas guerras entre países -dos mundiales- no son la excepción. Ellas han sido gestadas y convocadas por terroristas con intereses expansionistas. Hoy, las desiguales contiendas entre Rusia y Ucrania, y entre Israel y Palestina, patrocinadas por salvajes de cuello blanco, arrasan sin discriminación a víctimas inocentes que quedan tendidas en las calles o bajo los escombros de los pueblos demolidos por un arsenal armamentista que aterroriza a los pueblos, manipulado por soldados que obedecen a ciegas las órdenes de los opresores.
Además de estos actos de barbarie y mezquindad arraigados en la condición humana, este milenio enfrenta un coctel tóxico de consumismo y tecnología digital que rompe los frágiles hilos del tejido social. La emergente e inédita generación llegó para quedarse, y no solo está secuestrada por la virtualidad y los dispositivos electrónicos, sino que se encuentra huérfana de padres vivos, inundada por las drogas y atrapada por los hermosos productos terminados de los centros comerciales, y que despiertan el apetito consumista de las personas. Este entorno manipulador, con un terreno abonado, está penetrando hasta las entrañas mismas de los niños y jóvenes con el propósito de acorralarlos y esclavizarlos. Por esta razón, hoy abandonan la escuela, carecen de ambiciones, llevan una vida sedentaria, se alimentan mal y, en no pocas ocasiones, acuden al suicidio para escapar de sus vidas sin sentido.
Ante estas transformaciones en nuestro mundo, y encendidas las alarmas con este extraño comportamiento del antes y el ahora, es esencial reconocer que la base de la sociedad está en la familia. El Vaticano, consciente de esta realidad, se animó para que este año la Semana Mayor se focalizara en enviar un mensaje de fortalecimiento al núcleo familiar y, de este modo, contribuir a evitar su desplome. No obstante, evitar la caída es responsabilidad de todos. ¡Ojalá nos comprometamos! Y este es mi sueño, parafraseando respetuosamente a Martin Luther King.
Orlando Salgado Ramírez, docente

Breves

Señor director: 

Cambios necesarios

Si no cambiamos, nada cambia. Dicen los que saben que los cambios empiezan por cada uno de nosotros. Queremos cambios, pero sin cambiar, queremos que haya renovación, pero que todo siga lo mismo. Tal es la alharaca con la tauromaquia, que para muchos es una pasión, quizás una tauromanìa de acuerdo con sus inclinaciones, afectos e intereses, pero… para la mayoría es una diversión bastante cruenta, violenta y consecuente con el dolor de los animales, que también lloran y sienten el maltrato de los humanos. Que la Feria pierde su encanto si se acaban las corridas de toros y, entonces, ¿qué decimos quienes también la disfrutamos sin asistir a esos espectáculos? ¿Dónde está la imaginación, la renovación y la creatividad de quienes renuevan y organizan? Hay muchos espectáculos más atractivos, agradables, divertidos, educativos y amables de los cuales podríamos disfrutar sin ese coctel de violencia en una ciudad que de verdad es la meca de la hidalguía y las buenas costumbres. Por algo los países que han practicado esta “salvaje diversión” han ido acabando con ella para dar paso a algo más civilizado y esté más acorde con despertar juventudes más refinadas que no sigan la tradición de mezclar violencia con la muerte. Hay muchos espectáculos que podrían llenar de jolgorio la Feria para fortalecer una cultura más amable y educativa. ¿Cuáles? Es tarea de los organizadores, pensar para mejorar.

Ah..., las dietas

La buena y nutritiva alimentación empieza con una buena educación y con dinero. Que hay que consumir: verduras, hortalizas, frutas, pescado, huevos, leche, y…, muchas cosas más. Cómo es de fácil hablar, “del dicho al hecho hay mucho trecho“. Una dieta balanceada es inalcanzable para la mayoría de las familias colombianas que no tienen ingresos y viven del rebusque. ¿Cuándo será que nuestros dirigentes se dan cuenta de cómo subsisten las clases populares en un país con tanta inequidad, injusticia, marginamiento, y todo lo demás que todos sabemos? Bien sabemos que la sociedad está constituida por clases y cada una tiene su propia identidad y sus propias costumbres. Sì, es cierto, todos tenemos derecho a alimentarnos bien, pero, “del dicho al hecho hay mucho trecho”.

Garrapatas humanas

Se ha dicho hasta la saciedad que no existen razones para que los funcionarios se aferren a sus puestos después de un largo tiempo de permanecer en ellos en forma vitalicia, sin pensar en dejarlos o al menos cambiar de instituciones. Todo basado o justificado en el “sentido de pertenencia”, sofisma que es fácilmente desvirtuado por razones de peso que explican la verdad y que son evidentes como: creer que son irremplazables, que quieren mucho la institución, que si se van éstas se acaban, que si han crecido ha sido por sus aportes, por razones de gratitud, por motivos sentimentales, por antigüedades y muchas otras que para ellos son completamente válidas. Era el caso del exrector designado para la Universidad Nacional, José Ismael Peña, que lleva 40 años y no entendía que ya era tiempo de irse y de terminar con el caos que generó el descontento con su presencia.

Elceario de J. Arias Aristizábal

Sobre dos gaiteros

Señor director:

Manuel Antonio García Caro, 94 años, último gaitero de San Jacinto, intérprete de “La hamaca grande”; autor, Adolfo Pacheco (ya fallecido). Omar Antonio Geles Suárez, 57 años, “Los caminos de la vida”. Ambos bolivarenses.

El camino de la muerte es un solo. Manuel Antonio García Caro, nacido un 20 de enero. Último juglar de los Gaiteros de Jacinto, Bolivar, grupo icónico del folclor caribeño en Colombia partió a sus 94 años. El mismo día; con pocas horas de diferencia ascendió Omar Antonio Geles Suárez, de 57 años. Mayo 21 2024. Dejan como folcloristas en diferentes modalidades la impronta de la poesía campesina local y universal a través de sus versos inolvidables, traducidos en parrandas eternas. Citar en esta nota sus éxitos es casi imposible. Dos generaciones brillantes, símbolos caribeños ejemplares e inolvidables cada uno en “El camino de la vida” y en “La hamaca grande” de Adolfo Pacheco (+) compositor e intérprete respectivamente. Ambos trascendieron con la luz de las estrellas.

Helena Manrique Romero

Una pérdida para la Chec, ¿una ganancia para la región?

Señor director:

Conocí al doctor Santiago Villegas Yepes, con quien tuve oportunidad de dialogar en una cita institucional que le solicité y me concedió con una prontitud no habitual en empresas a las cuales procuramos acercarnos desde el sector cultural. Recuerdo su especial amabilidad e interés genuino por el desarrollo cultural y social de la ciudad y la región. Me sorprendió su amable disposición a escuchar con atención ideas e inquietudes sobre diversos temas, más allá de los referentes al arte y la cultura, al punto de que una audiencia, inicialmente concedida para una duración de 20 minutos de acuerdo con su secretaria, se prolongó por cerca de dos horas. Cuando abandoné su despacho tuve clara la dimensión profesional y humana de un alto directivo empresarial que me resultó estimulante.

Comparto esta anécdota para destacar que si bien su salida de la Chec es un lamentable hecho (¿motivos políticos?) para la empresa y el Grupo EPM, no me cabe duda de que al doctor Villegas Yepes le esperan mejores y más altos destinos y que -ojalá- éstos se den contando con su permanencia en nuestra ciudad y región, ámbitos territoriales a cuyo desarrollo este excelente profesional y ser humano tiene mucho para aportar.

PD. Es plausible que nuestro gobernador, doctor Henry Gutiérrez Ángel, haya estado en desacuerdo con la decisión de marginar al doctor Santiago Villegas Yepes de la gerencia de la Chec.

Efraín Góngora GIraldo, gestor cultural.

Petro y el leviatán: la corrupción del centralismo

Señor director:

En el Antiguo Testamento, el Leviatán es descrito como una criatura colosal y poderosa que habita en las profundidades del océano. Este monstruo, que se asemeja a un enorme dragón marino, es tan formidable que su mera visión infunde temor. “De su boca salen hachones de fuego; centellas de fuego proceden. De sus narices sale humo, como de una olla o caldero que hierve. Su aliento enciende los carbones, y de su boca sale llama”. Job 41:19-22.

Thomas Hobbes se inspiró en esta poderosa criatura para su obra Leviatán, en la que argumenta que, en el estado de naturaleza, los seres humanos están destinados a luchar entre sí, creando un estado de anarquía total. Para poner fin a esta violencia es necesario establecer un pacto social en el cual todos los individuos cedan parte de su soberanía a una entidad con poder absoluto. Esa entidad, que tendría autoridad sobre los hombres, es lo que Hobbes compara con el gigantesco monstruo bíblico conocido como Leviatán. El Leviatán de Hobbes describe un estado omnipotente necesario para evitar la anarquía. Sin embargo, este poder absoluto, en el que no pueden funcionar los controles adecuados, lleva indefectiblemente a la corrupción, como se ve en el centralismo presidencialista, capaz de torcer la voluntad de los otros órganos del poder, que en teoría son independientes.

En la política colombiana, el leviatán no solo representa el poder estatal absoluto, sino también la centralización de ese poder. Gustavo Petro, al asumir la presidencia, pregonando banderas muy distintas de asumir el desafío de desmantelar al monstruo, lo ha alimentado de manera prolija y aunque su mandato promete cambio, equidad y cero corrupción, vemos con preocupación nacer una forma mutada y letal del mismo leviatán. El centralismo, con su concentración de poder en un núcleo central, está demostrado que alienta en gran manera el aumento de la corrupción. Esto se debe a que reduce la transparencia, la rendición de cuentas y el número de trámites innecesarios, creando así un ambiente en el cual las prácticas corruptas pueden florecer sin ser detectadas y más aún auspiciadas desde su más alto nivel de acuerdo a las veleidades del monstruo leviatán. La descentralización y mucho mejor la autonomía de las entidades territoriales distribuye el ejercicio del poder y permite un mayor escrutinio público, potencialmente reduciendo la corrupción.

La presidencia de Gustavo Petro se enfrenta al desafío de transformar el leviatán de la política colombiana, un símbolo del poder estatal absoluto y centralizado. A pesar de las promesas de cambio, algunos críticos sostienen que Petro encarna el mismo leviatán que prometió reformar. La corrupción, que ha plagado su Gobierno, es vista como una consecuencia directa de este centralismo. La Constitución de 1991 de Colombia establece un modelo de Estado unitario con autonomía política, administrativa y financiera para sus entidades territoriales. Esta autonomía es esencial para la gestión de sus intereses y se manifiesta en el derecho a gobernarse por autoridades propias, ejercer competencias propias, administrar recursos y participar en las rentas nacionales. La distribución del poder y la concesión de autonomía a las entidades territoriales son fundamentales para combatir la corrupción del centralismo. Al descentralizar el poder y distribuirlo, se promueve la transparencia y la rendición de cuentas, se reduce la posibilidad de prácticas corruptas y se fomenta una mayor participación ciudadana en la gestión pública.

La descentralización y la autonomía territorial, tal como lo ordena la Constitución Nacional, ofrecen un camino prometedor hacia la erradicación de la corrupción asociada al centralismo. Casi nadie cree ya que Petro en este empeño vaya a ser recordado por haber domado al leviatán, sino por haber sido devorado y convertido en parte de él.

Luis Rubiel Alzate Usma

La desigualdad al servicio de la desigualdad

Señor director: 

El motor de la actividad política entre los populistas del tercer mundo es la denuncia de la desigualdad. Pero detrás de ella se esconden desigualdades que muchos denunciantes usan con perversa habilidad para ponerlas al servicio de cuestionables motivaciones personales: ambiciones económicas y de poder; narcisismos, megalomanías o soberbias; sed de venganza, odios etc. Así lo prueban declaraciones públicas de muchos de los líderes de estos denunciantes. El mapa político mundial también lo ilustra con figuras como Maduro, Trump, Ortega, AMLO, Putin, Kim Jong-un y otros muy cercanos a nosotros.

La denuncia tercermundista de la desigualdad distingue dos bandos. Uno conformado por grandes propietarios y ejecutivos, acusado de valerse de los gobiernos para concentrar privilegios. Este bando es el más desnudado y atacado. El otro bando es el de los denunciantes que, amparados en la nobilísima causa de la justicia social, responsabilizan al primero de todos los males habidos y por haber.

Los adalides de la lucha por la igualdad social, en particular los del segundo bando, que dicen ser los únicos legítimos portadores de la bandera de la justicia, la verdad y la corrección, están obligados por sus propias pretensiones a ser transparentemente coherentes en todas sus acciones. No pueden usar irresponsable y engañosamente las desigualdades que a ellos les favorecen. ¿De qué hablamos? En una sociedad desigual, el acceso al conocimiento científico, a las humanidades y al arte es también desigual. Siendo así, los profesores universitarios y del bachillerato no deben aprovecharse de la desigualdad en que se encuentran sus estudiantes para inducirlos a profesar ideologías que les hacen creer en mundos que no podrán existir en las condiciones objetivas del mundo real. Debemos soñar, sí, pero mejor si lo hacemos fundamentados en una sólida formación académica.

Un o una docente está en el derecho de ser simpatizante o, si se quiere, apasionado/a seguidor/a (o víctima) de una ideología; pero la responsabilidad social y profesional de su ejercicio le exige estar en condiciones de permitir que sus alumnos puedan diferenciar cuándo enseña desde el saber y las exigencias propias de la ciencia, de las humanidades o del arte, y cuándo lo hace desde sus subjetivas y tal vez caprichosas e irracionales inclinaciones ideológicas. Obviamente, para poder hacerlo, él o ella tendrán que saber diferenciar esas formas de conocimiento y ser decididamente autocríticos/as.

Jorge O. López Villa.