Breves

Señor director: 

Cambios necesarios

Si no cambiamos, nada cambia. Dicen los que saben que los cambios empiezan por cada uno de nosotros. Queremos cambios, pero sin cambiar, queremos que haya renovación, pero que todo siga lo mismo. Tal es la alharaca con la tauromaquia, que para muchos es una pasión, quizás una tauromanìa de acuerdo con sus inclinaciones, afectos e intereses, pero… para la mayoría es una diversión bastante cruenta, violenta y consecuente con el dolor de los animales, que también lloran y sienten el maltrato de los humanos. Que la Feria pierde su encanto si se acaban las corridas de toros y, entonces, ¿qué decimos quienes también la disfrutamos sin asistir a esos espectáculos? ¿Dónde está la imaginación, la renovación y la creatividad de quienes renuevan y organizan? Hay muchos espectáculos más atractivos, agradables, divertidos, educativos y amables de los cuales podríamos disfrutar sin ese coctel de violencia en una ciudad que de verdad es la meca de la hidalguía y las buenas costumbres. Por algo los países que han practicado esta “salvaje diversión” han ido acabando con ella para dar paso a algo más civilizado y esté más acorde con despertar juventudes más refinadas que no sigan la tradición de mezclar violencia con la muerte. Hay muchos espectáculos que podrían llenar de jolgorio la Feria para fortalecer una cultura más amable y educativa. ¿Cuáles? Es tarea de los organizadores, pensar para mejorar.

Ah..., las dietas

La buena y nutritiva alimentación empieza con una buena educación y con dinero. Que hay que consumir: verduras, hortalizas, frutas, pescado, huevos, leche, y…, muchas cosas más. Cómo es de fácil hablar, “del dicho al hecho hay mucho trecho“. Una dieta balanceada es inalcanzable para la mayoría de las familias colombianas que no tienen ingresos y viven del rebusque. ¿Cuándo será que nuestros dirigentes se dan cuenta de cómo subsisten las clases populares en un país con tanta inequidad, injusticia, marginamiento, y todo lo demás que todos sabemos? Bien sabemos que la sociedad está constituida por clases y cada una tiene su propia identidad y sus propias costumbres. Sì, es cierto, todos tenemos derecho a alimentarnos bien, pero, “del dicho al hecho hay mucho trecho”.

Garrapatas humanas

Se ha dicho hasta la saciedad que no existen razones para que los funcionarios se aferren a sus puestos después de un largo tiempo de permanecer en ellos en forma vitalicia, sin pensar en dejarlos o al menos cambiar de instituciones. Todo basado o justificado en el “sentido de pertenencia”, sofisma que es fácilmente desvirtuado por razones de peso que explican la verdad y que son evidentes como: creer que son irremplazables, que quieren mucho la institución, que si se van éstas se acaban, que si han crecido ha sido por sus aportes, por razones de gratitud, por motivos sentimentales, por antigüedades y muchas otras que para ellos son completamente válidas. Era el caso del exrector designado para la Universidad Nacional, José Ismael Peña, que lleva 40 años y no entendía que ya era tiempo de irse y de terminar con el caos que generó el descontento con su presencia.

Elceario de J. Arias Aristizábal

Sección
Fecha Publicación - Hora
Metadescripción

Voz del lector