Foto I Tomada de umanizales.edu.co I LA PATRIA
Con 17 años, Emanuel Jiménez Trujillo alcanzó 482 puntos de los 500 posibles en las Pruebas Saber 11. Más allá del resultado, le apasiona compartir con otros estudiantes sus conocimientos. Ya definió la universidad en la que estudiará.
Emanuel Jimenez Trujillo tiene 17 años y una serenidad poco común para alguien que alcanzó 482 puntos en las Pruebas Saber 11 del 2025. Fue catalogado como el mejor de Manizales, Caldas y el Eje Cafetero en la evaluación nacional.
En el 2026 cursará Psicología en la Universidad de Manizales.
Mientras su resultado hace ruido, él elige hablar en voz baja de lo que lo llevó hasta allí: la lectura, las preguntas y la importancia de aprender sin miedo.
Cuando tenía unos 10 años leyó Amar sin fronteras y otros libros de superación personal que le cambiaron la vida. Desde entonces, empezó a pedir libros como regalos y a leer sin prisa, sin exámenes de por medio.
“Ahí empecé a pensar distinto”, dice.
En una nota que publicó la U. de Manizales en su página web, el joven mencionó que la institución "lo conquistó por su enfoque clínico, su fortaleza en neurociencias y su oferta de horario nocturno, que le permitirá estudiar y proyectarse profesionalmente al mismo tiempo".
La Manizales afirma en su publicación que Emmanuel no quiere limitarse al consultorio. "Sueña en grande: ser conferencista, investigador y escritor. Quiere hablar en público, inspirar vidas, transformar mentalidades y compartir conocimiento con autenticidad y propósito. Líderes como Margarita Pasos lo inspiran, y él ya empieza a abrir su propio camino".
Según la U., el rey de las pruebas del Icfes atravesó el mismo dilema que viven muchos jóvenes: elegir carrera. "Desde querer ser entrenador de delfines en su infancia, hasta debatirse entre ciencias y humanidades, su búsqueda fue intensa. Probó tests vocacionales, habló con especialistas y revisó universidades, hasta encontrar ese tema que le despertó verdadera pasión: la mente humana".
Extrañar también enseña
Mudarse de Pensilvania a Manizales no fue fácil. Durante mucho tiempo, la nostalgia lo acompañó. Cada cierto tiempo regresaba con su familia a visitar la escuela, a tomarse un helado, a saludar a Rubiela, su primera profesora.
En Manizales encontró nuevos afectos: el barrio La Carola, los amigos del colegio, las conversaciones largas. Todavía se ríe cuando recuerda su primer día en el colegio de Cristo, al que llegó con sus padres, su abuela, su hermana y hasta el perro. “Íbamos muy emocionados… y llegamos una hora antes”.
De cara al inicio de su vida universitaria en 2026, "Emmanuel siente nervios… pero de los buenos. Imagina proyectos de investigación, retos académicos, nuevos amigos y profesores que potenciarán su talento. Mientras llega el momento, viajará, descansará y seguirá creando contenido de valor en redes sociales sobre mentalidad, bienestar y crecimiento personal".
El Icfes como reto
Cuando llegó el momento de presentar el Icfes, Emanuel ya no lo veía como un monstruo. Lo entendía como una prueba para pensar, no para memorizar. Por eso insiste en que no se considera un genio.
“No es que uno sepa todo, es que aprende a leer bien lo que le están preguntando”, explica. Para él, la clave estuvo en no ponerse límites mentales. “¿Por qué no podía sacarme un 500? Si llevaba años preparándome”.
La noche anterior al examen meditó. Dormió poco, pero tranquilo. Llegó confiado. “Eso hizo toda la diferencia”.
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Antes de graduarse, habló con sus compañeros. No para presumir resultados, sino para contarles el proceso, los errores y lo que a él le funcionó. Le gusta hablar en público y lo hace sin poses, con naturalidad.
“Donde esté, quiero ayudar a las personas”, dice. No le importa si es en Manizales o en otro país. Le importa que lo que haga tenga sentido.
En 2026 estudiará Psicología en la Universidad de Manizales y Estadística en la Universidad Nacional.
Le interesa entender la mente, pero también los datos, las causas, los patrones. Cree que ahí hay un camino para aportar a la salud mental.
No habla de éxito en términos de dinero. Habla de impacto. De ver que alguien entiende algo mejor, se siente mejor, vive mejor. “Eso es lo que me haría feliz”.
Por ahora, Emanuel descansa, viaja un poco y sigue leyendo. Sigue preguntándose cosas y creyendo que aprender, cuando se hace con gusto, puede cambiarlo todo.
*Con información de la Universidad de Manizales.
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