Foto/Freepik I LA PATRIA Sea precavido y no caiga en trampas. Si a su celular llegan enlaces sospechosos, no los abra. Mantenga su teléfono y su antivirus siempre actualizados. En la mayoría de los casos, estos cuidados bastan para evitar problemas. Tampoco responda llamadas de números desconocidos.
Hace siete años, Elisabeth* se casó en la Parroquia La Niña María de Manizales. Cuatro años después, recibió en su celular un mensaje de whatsapp, supuestamente del sacerdote que había oficiado la ceremonia. En el texto, el remitente le pedía consignar, por la aplicación Nequi, la suma de $460 mil.
Le aseguraba que le devolvería el dinero a más tardar durante la semana, cuando le entrara una plata.
Extrañada porque llevaba cuatro años sin tener contacto con el sacerdote, decidió actuar con cautela. Le escribió directamente por sus redes sociales para confirmar la información y, ante la sospecha de que se trataba de un engaño, optó por eliminar el mensaje y no acceder a su solicitud.
Carlos*, por otro lado, no corrió con la misma suerte. Recibió un mensaje en su celular con un enlace que parecía legítimo. Al abrirlo, el virus se apoderó de sus claves en las redes sociales y hasta vació su cuenta bancaria. A partir de ese momento, su vida digital cambió por completo.
Lector, si alguna vez recibe un mensaje sospechoso, una llamada rara o algo que le parezca extraño, lo mejor es actuar con cautela para no caer en tramas que aparentemente no son confiables.
Los delincuentes se han vuelto expertos en manipular la tecnología para engañar.
Un clic inocente
Las estafas empiezan con algo simple: un enlace.
Dude si recibe un mensaje que afirma que hay un paquete por recoger, un supuesto premio de una marca conocida o una alerta de seguridad del banco o que agregue el número a whatsapp para compartirle una información importante.
Muchos ciudadanos movidos por la intrigra que les genera el mensaje abren ese link sin sospechar que están entregando las llaves de su vida digital.
Los cibercriminales han perfeccionado el arte del engaño. Replican logos con exactitud, imitan colores corporativos, falsifican formularios oficiales y construyen sitios web falsos que parecen auténticos.
Lo que buscan es que la víctima escriba el número de su documento, su clave o cualquier dato mínimo que les permita a los ciberdelincuentes entrar a su cuenta bancaria, su correo o sus redes.
Llamadas que suenan
Las llamadas sospechosas son otro eslabón de la cadena delictiva. Algunas incluso imitan el número del banco, de la DIAN o de un familiar, gracias a tecnologías que permiten falsificar la identificación de llamadas. La persona que contesta escucha un tono serio, profesional, persuasivo.
Las frases son calculadas:
*" Detectamos un movimiento inusual en su tarjeta.”
*“ Su declaración presenta un error y debe corregirlo ahora mismo.”
*“ Su hijo está en un procedimiento y necesitamos confirmar su identidad.”
Un clic inocente
Las estafas empiezan con algo simple: un enlace.
Se recibe un mensaje que afirma que hay un paquete por recoger, un supuesto premio de una marca conocida o una alerta de seguridad del banco o que agregue el número a whatsapp para compartirle una información importante.
Es un robo silencioso: la persona no siente el atraco, pero minutos después puede ver vaciados sus ahorros.
Los mensajes
Los delincuentes saben que el celular es una máquina emocional. Si llega un mensaje del tipo: "tu cuenta será bloqueada en 24 horas” o “adjunto certificado requerido”, es común que la persona abra el archivo o responda sin dudar.
Si le pasa esto lo mejor es acudir directamente al banco o verificar la dirección de origen.
Las cadenas de whatsapp, los mensajes de texto y los mensajes de redes sociales cumplen un papel clave en esta nueva modalidad delictiva. Muchos contienen enlaces cargados de softwares maliciosos (malwares), archivos infectados o instrucciones que llevan a una estafa. Lo trágico es que muchas veces circulan entre familiares, vecinos o grupos comunitarios, lo que les da una credibilidad automática.
Un software malicioso, o malware, escualquier programa diseñado para dañar o acceder sin autorización a sistemas informáticos, dispositivos móviles y datos. Se instala sin el consentimiento del usuario y puede robar información personal, como contraseñas o datos bancarios.

El ciberatraco
Detrás de cada enlace, llamada o mensaje sospechoso hay una organización que trabaja como una empresa: horarios, metas, guiones, herramientas.
Algunos grupos operan desde falsos call centers, otros desde plataformas como Telegram, donde comercializan bases de datos, claves robadas y tecnología para suplantar identidades.
Una vez el delincuente logra entrar al celular ya sea por un clic o por instalar una aplicación falsa puede acceder a cuentas bancarias, cambiar contraseñas, solicitar créditos rápidos o transferir dinero sin que la persona se de cuenta.
No hay violencia física, pero el daño económico y psicológico es profundo.
Nuevas modalidades
Según la Inteligencia Artificial (IA) estas son las nuevas modalidades de estafa cibernética.
Suplantación de familiares por whatsapp: hackean una cuenta y escriben a los contactos diciendo cambié el número del celular y piden plata.
Phishing por redes sociales: mensajes desde cuentas falsas de entidades públicas o influencers con premios o ayudas económicas.
Ofertas laborales falsas: prometen pago rápido por tareas simples y piden datos bancarios para transferir el salario.
Links en grupos comunitarios: se disfrazan de formatos de censos, subsidios y actualizaciones de seguridad.
La IA recomienda estar atento a las siguientes señales: errores de ortografía o redacción, números internacionales o desconocidos, solicitud de descarga de archivos o apps, enlaces que no coinciden con la página oficinal de la entidad bancaria y perfiles sin foto o con poca actividad.
Así operan
* Tiene un paquete pendiente.
* Actualice sus datos para evitar el bloqueo de su cuenta.
* Detectamos movimientos sospechosos.
Identifique estas señales
Aunque la mayoría usa el celular todo el día, pocos saben identificar riesgos digitales.
* URLs modificadas.
* Mensajes que generan miedo o urgencia.
* Solicitudes de datos personales.
* Llamadas desde números suplantados.
* Apps que piden permisos innecesarios.
Aprenda a protegerse
Recomendaciones fáciles para evitar caer en estas trampas.
* Nunca abra enlaces enviados por mensajes, incluso si vienen de conocidos.
* Nunca entregue códigos, contraseñas o datos por teléfono.
* Verifique las alertas directamente en la app del banco.
* No instale aplicaciones enviadas por terceros.
* Active la autenticación en dos pasos. "Puede ser incómodo, pero pone un doble muro a quienes intentan estafarnos".
* Dude de todo mensaje que pida actuar “de inmediato”.
* Revise permisos de las aplicaciones instaladas.
* Active el bloqueo automático del celular.
* Aplique la autenticación en dos pasos de whatsapp, facebook, correos y bancos.
¿Qué hacer si ya cayó?
Si fue víctima de uno de estos delitos llame de inmediato a su entidad bancaria para que bloqueen las cuentas, las tarjetas y de inmediato cambie claves y contraseñas de correos electrónicos, también desistale las apps sospechosas
Denuncie en el CAI Virtual de la Policía Nacional, a la Fiscalía y en en la línea 018000-910112 de la Superfinanciera.
Recuerde que el celular es la puerta de entrada a su vida digital. Si algo suena raro es mejor sospechar antes de dar clic.
*Con información de la Superfienciera.
* Nombres cambiados para proteger la identidad de las fuentes.
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