El ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, anunció que Nueva EPS inicia este mes un plan de estabilización de pagos a 527 hospitales públicos del país, pero su declaración deja a media marcha las soluciones por las que vienen clamando afiliados, IPS y autoridades municipales. Asegura el ministro que los dineros serán destinados a atención de hospitales de baja complejidad, sin embargo los problema más delicados del sistema de salud los tienen los hospitales de mediana y alta complejidad, a donde llegan las enfermedades más difíciles y que tienen la mayor demanda.
Es muy desalentador que el Gobierno, a 11 meses de concluir su periodo, siga empecinado en no girar dineros a los demás hospitales con los que tiene servicios contratados Nueva EPS porque “... los recursos llegan en una forma que hasta hoy no sabemos exactamente por qué les llega”. Si se trata de una entidad intervenida por la Superintendencia Nacional de Salud desde el 3 de abril del 2024, hace ya un año y cinco meses, cómo es que todavía no hay claridad de sus manejos financieros; mucho más si han pasado ya tres interventores. Ratifica que no era una solución para solventar las irregularidades identificadas.
La Nueva EPS es la Empresa Promotora de Salud más grande del país, con por lo menos 11 millones 548 mil afiliados en los régimenes contributivo (4 millones 983 mil) y subsidiado (6 millones 565 mil); funciona como empresa mixta que combina capital público, a través de Positiva Compañía de Seguros, y capital privado por cajas de compensación. A hoy carga con deudas de por lo menos $5 billones con los prestadores de salud de todo el país y con escasas posibilidades de ponerse al día. Por ello a las IPS no les ha quedado otra salida que suspender servicios a los afiliados, que son los que se están quedando desprotegidos y poniendo en riesgo su salud y su vida.
Esta crisis de la Nueva EPS, por falta de pagos y carteras vencidas sin aclarar, tocó a Caldas como ocurre en otros departamentos. La semana pasada el SES Hospital Universitario de Caldas restringió varios servicios, aunque ya los reactivó; la Clínica Avidanti tiene cerradas las puertas a esta población; ambas entidades atienden el grueso del tercer y cuarto nivel de complejidad de salud; es decir los más delicados de la ciudad y del departamento. Se les suma el Hospital San Félix, de La Dorada, que aplicó la suspensión de servicios desde hace ocho días, siendo el principal centro asistencial del Magdalena caldense. Entre las tres, Nueva EPS tiene deudas que llegan a $264 mil 830 millones.
En Manizales son 110 mil afiliados a esta EPS que se están quedando sin servicios de salud. La Alcaldía inició acciones jurídicas porque las conversaciones con el Ministerio, la Superintendencia y el agente liquidador no han dado resultados. Presentó una acción popular buscando agilizar los pagos, como ya lo hizo Medellín; pueda ser que esta vía permita al menos empezar a repeler la fuerte crisis de salud, porque la intervención estatal no ha servido para darle estabilidad a la Nueva EPS.
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