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En el recuerdo quedaron los tiempos en que Manizales lideraba en servicios de Obstetricia y Neonatología para la ciudad, Caldas y departamentos vecinos; incluso con unidades de cuidado crítico y sofisticados equipos para la atención de gestantes y recién nacidos. Se han ido sumado factores negativos como la reducción de embarazos -en el 2019, según Caldata, eran 8 mil 135 nacimientos en Caldas y para el 2024 bajaron a 5 mil 800-, también la falta de recursos para sostener estos servicios por problemas de pago de las EPS, y un recurso humano con menos habilidades y capacidades para este tipo de atención.
Dos centros asistenciales están concentrando esta atención en la ciudad: SES Hospital Universitario de Caldas y Clínica Ospedale, esta última que ya advirtió que si no encuentra soluciones integrales a todas estas deficiencias tendrá que cerrar los servicios para cuidar la viabilidad del resto de la Clínica. Son un promedio de 270 partos al mes los que ambas entidades atienden, pero si toda esta demanda se tiene que trasladar al SES lo haría inviable, ya que este año la Unidad Obstétrica ha acumulado pérdidas operativas mensuales de unos $200 millones y la Unidad Neonatal de $37 millones en el primer semestre.
No se puede dejar como un problema entre IPS y EPS, deben participar la Dirección Territorial de Salud de Caldas, las alcaldías, la academia con sus facultades de salud, la dirigencia política para gestionar de manera conjunta ante el Gobierno nacional una vía de salida. El hecho de que no se pueda atender como se debería a todas las gestantes en sus partos es muy grave para el desarrollo del departamento, ya que lo que vendría son remisiones a hospitales y clínicas de otras regiones y nuestros niños tendrían que dejar de nacer aquí para empezar a figurar como nacidos en otros lugares.
Este año también Assbasalud cerró la atención de partos en su centro del barrio San Cayetano, espacios que transformó para otro tipo de servicios de salud debido a que la mayoría de gestantes buscan tener partos sin dolor, como lo hacen el SES y Ospedale. Estas IPS no pueden ser las que salgan castigadas por hacer bien lo que les corresponde, por cumplir sus objetivos, que es lo que se le tiene que dejar claro al Gobierno. Las soluciones deben concentrarse en el traslado de recursos del Estado para que las EPS puedan operar y no sigan golpeando los servicios y a los usuarios de la manera como está ocurriendo en estas y otras especialidades médicas.

Las gestantes y los recién nacidos son poblaciones vulnerables, que por derecho constitucional tienen que ser protegidos y atendidos en salud. No pueden ser víctimas de paseos de la muerte, buscando dónde pueden ser recibidos. Es muy importante que se realicen mesas técnicas, como ya se han hecho en la ciudad convocadas por las autoridades de salud departamental y municipal a raíz de toda esta situación; pero se trata de una urgencia y es perentorio que se pase a acciones inmediatas para no seguir colapsando una sola entidad que lo ha hecho bien en la ciudad.