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La cancelación de la precalificación de firmas para construir la primera etapa del Aeropuerto del Café en Palestina no puede dejar tranquilo a nadie, así el gerente del Patrimonio Autónomo de este proyecto, el caldense Fernando Merchán Ramos, asegure que no se trata de ningún reversazo. Esto tiene que encender las alertas de todos los sectores de la sociedad civil para que no represente más retrasos en lo que se consideró el nuevo despegue del proyecto, ahora bajo el Gobierno del presidente Gustavo Petro.
De por medio están las esperanzas del departamento de Caldas, pero sobre todo las necesidades de tener un aeropuerto con mejores condiciones. El argumento del Patrimonio Autónomo para cancelar esta etapa no es entendible. La fase se abrió el 19 de febrero de este 2025 y cerró el 6 de junio para las firmas interesadas en ejecutar la obra en su primera etapa y evaluar que todas contaran con los requisitos jurídicos, financieros y operativos, que supuestamente llevarían a una primera selección y abrir la licitación con las avaladas. Hasta ahí se consideraba que iba a ser un blindaje para construir el lado aire, pero no para ocasionar más demoras.
Hasta el 6 de junio había regocijo por el cierre exitoso de la precalificación, dicho por la gerencia del Patrimonio, indicando que había 15 firmas interesadas, de las que finalmente recibió propuesta de 6 y preseleccionaron a 4 que cumplieron los requisitos habilitantes; estas integraron sociedades en las que estaban participando 11 compañías nacionales e internacionales, destacando su trayectoria en grandes proyectos de infraestructura. No se entiende ahora la cancelación de esta fase. El nuevo argumento de Merchán es que el nivel de participación no dio las garantías de pluralidad que esperaban, pues no todas las firmas iban a pasar a la siguiente etapa de evaluación, reduciendo la oferta para la licitación.
El gerente del Patrimonio Autónomo tendrá que dar mayores explicaciones sobre si se está incurriendo en errores de planeación o jurídicos, porque además dice que deben ajustar indicadores para darles espacio a nuevas firmas que irán a una licitación abierta. En este tipo de licitaciones públicas lo más importante es tener reglas claras, empezar a cambiarlas abre un espacio para demandas de quienes consideran que con ello se puede favorecer a otros que no estaban participando y ya lo pueden hacer. Podría viciar el proceso, además de que sería comenzar prácticamente de cero y el tiempo apremia. Reiteramos que Aerocafé es un proyecto en el que median muchas personas, y la petición siempre ha sido que quienes estén al frente tengan conocimientos, capacidades y experiencia suficientes para sacar la obra adelante.

Aerocafé es un proyecto que ya ha padecido suficientes señalamientos administrativos, contractuales, técnicos, judiciales, legales y hasta políticos; unos más complejos que otros, pero todos que le han impedido avanzar cada que surge un nuevo impulso como para sumarle más problemas. Se está perdiendo la credibilidad en esta iniciativa, incluso en el contexto nacional y casi que se volvió en motivo de burla hacia la región. Nadie en Caldas, puede permitir que esto siga ocurriendo. Las veedurías que estén conformadas para hacerle seguimiento a Aerocafé deben empezar a actuar.