Ecopetrol es una empresa de las más grandes y fuertes de Latinoamérica en materia energética, acreditada por sus ingresos. Sin embargo, hoy se encienden las alarmas por los resultados del segundo trimestre 2025, mostrando una caída de las utilidades de 46,4%, muy similares a las alcanzadas en plena pandemia durante el 2020. Lo reportado en utilidades trimestrales fue solo de 1.81 billones de pesos, que contrastan con los 3.37 billones obtenidos en el mismo periodo del 2024.
También disminuyeron los ingresos operacionales de Ecopetrol, que es aún más delicado. De 32.6 billones de pesos en el 2024 se redujeron a 29.7 billones en el segundo trimestre de este año, una reducción del 9,1%. Cuando un grupo empresarial muestra este tipo de signos y de paso la posición de su accionista mayoritario, el Gobierno nacional, es negar que algo muy delicado está ocurriendo y más bien le atribuye la mala hora a factores externos como la volatilidad en el precio del petróleo brent por circunstancias internacionales, especialmente la política arancelaria del presidente Trump, será bien difícil encontrar salidas y soluciones.
Las organizaciones no siempre logran las mismas utilidades, pero cuando se trata de falta de caja y de un desplome de los ingresos (tributarios y no tributarios), frente a costos y gastos disparados, el resultado es una operación que está indicando si una empresa es o no viable. Ecopetrol es una compañía con un rol muy importante dentro de la economía nacional, pero el país está acudiendo al resultado del inadecuado manejo y la errática política petrolera y energética en manos del Gobierno Petro desde su llegada, frenando los nuevos contratos de exploración y de explotación de petróleo y de gas, con lo que ha hecho que la producción nacional haya empezado a disminuir, y lo que se mantiene es gracias a yacimientos tradicionales y negocios que todavía existen con Estados Unidos.
Seguir golpeando el negocio de los hidrocarburos en lo fundamental deja en la incertidumbre a muchos accionistas que temen por la pérdida de valor de la compañía al no tener un futuro claro. El mal manejo de los mercados podría ocasionar además una desbandada inversionista y que los clientes se vayan a buscar otros mercados. Hay que agregar la cantidad de cambios de personal que ha hecho el Gobierno nacional en Ecopetrol entre presidentes, gerentes, ingenieros especializados que tenían las capacidades y conocimientos para mantener el adecuado funcionamiento de la empresa, por otros que han llegado nombrados, muchas veces por recomendaciones políticas, sin cumplir requisitos técnicos y profesionales, y están dejando a la empresa en otro riesgo grande.
Las medidas para corregir el rumbo de Ecopetrol no pueden dilatarse en el tiempo, menos ahora que el Gobierno Petro ya está en sus últimos meses. Se trata de una de las empresas más importantes de Colombia y debe conservarse para preservar además la confianza en el país. Hay que hacer todo lo que esté al alcance para revertir todos estos resultados negativos en la operación, y con lo que hay que comenzar es con una reducción sustancial de gastos para no seguirla desangrando.