Las 184 páginas de nuestra revista Creer en Caldas 2025, que circula desde ayer con LA PATRIA, se constituyen en igual número de razones para demostrar que somos un territorio en el que suceden cosas muy positivas, y que a veces no valoramos, porque nos agobian las malas noticias del acontecer local, nacional y mundial. Este magacín anual de LA PATRIA es un esfuerzo de esta casa editorial, y se logra gracias a nuestros anunciantes y a quienes quisieron compartir sus historias, sus puntos de vista, sus opiniones y sus análisis para hacer más visible estas historias poderosas, para mostrar hacia dónde debemos dirigir los esfuerzos para mejorar.
Es bien importante que de una lista de 500 empresas del Eje Cafetero, según datos de la Supersociedades, dos de Caldas lideren el ranking de las de mayores ingresos operacionales en el 2024: Casa Lúker, que creció 18,42%, y Mabe, 3,01%, superando con decisiones estratégicas las presiones inflacionarias y otras dificultades económicas y de mercado para producir. De ahí en adelante hay otras 498 compañías de los tres departamentos y en distintos sectores que igual vienen trabajando. 22,26% aumentaron los ingresos ordinarios. Lúker, por ejemplo, absorbió parte del aumento de los costos para no trasladarlos totalmente al consumidor en el precio final. Son sacrificios que hacen las organizaciones que golpea sus márgenes de ganancia, pero con lo que buscan obtener mayores beneficios en el largo plazo, gracias a fidelizar sus clientes.
Otras empresas en Caldas se acogieron a un estricto control de costos y con ello lograron revertir pérdidas para enfrentar los retos, que se ven reflejados en utilidades en el 2024. Si bien muchas empresas del departamento no han crecido como quisieran o proyectaban, lo esencial es que no han decrecido a pesar de tenerse que mover en entornos difíciles y eso es bastante destacable. Las que están en el sector de la construcción, por ejemplo, que se ha contraído, han tenido que batallar más fuerte, pero se mantienen.
Esto refuerza la trascendencia del sector empresarial para Caldas, ya que es el músculo de la sostenibilidad económica a través de su estructura financiera y de la generación de empleo, algo que ya habían demostrado durante los años de pandemia y de la anterior Alcaldía, que poco hizo por ellos, al que se suma el buen momento de precios del café, en el departamento de más productividad del país. En Manizales, como ciudad intermedia, las cifras de informalidad laboral están por debajo del 35%, que la ubican entre las tres de mayor formalidad del país junto con grandes ciudades como Bogotá y Medellín que la superan ostensiblemente en habitantes.
Por algo Caldas ocupó el séptimo lugar, entre 33 regiones, en el Índice Departamental de Competitividad que elaboran el Consejo Privado de Competitividad y la Universidad del Rosario destacando su desempeño en transformación digital, creación de habilidades y formación del talento humano en TIC, educación superior y formación para el trabajo e innovación e investigación. Manizales se situó en el quinto puesto en competitividad, por encima de regiones como el área metropolitana de Barranquilla, y de las otras capitales del Eje Cafetero. Hay que seguir apoyando al empresariado en el departamento, independiente del tamaño de sus organizaciones, todos son pieza fundamental para Creer en Caldas.
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