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Nos unimos a la solicitud que hicieron los comités intergremiales de Caldas, Quindío y Risaralda a la ministra de Transporte, María Fernanda Rojas Mantilla, y al presidente de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), Óscar Javier Torres Yarzagaray, para que como autoridades agilicen la decisión que deben tomar sobre cómo será a partir del 2027 y por otros 30 años la administración y el manejo de los 256 kilómetros de vía que unen a estos tres departamentos, en reemplazo de la concesión Autopistas del Café.
Se están expresando en representación de los sectores productivos y empresariales de toda esta región, muy preocupados por los tiempos que se vienen tomando -ya demasiado extensos también en consideración de otros sectores sociales de los tres departamentos- para la evaluación y la adjudicación de la Iniciativa Privada (IP) Conexión Centro, que forma parte del Grupo Odinsa y es accionista mayoritario del actual contrato de Autopistas.
En el 2027 se completarán 30 años del manejo de estas vías bajo el modelo de concesión, y por lo que ha sido esta experiencia se ratifica que una IP es la figura que mejor representa y garantiza que la operación de todo este corredor siga siendo eficiente y de calidad, además de estar proponiendo construir y mantener infraestructura que se considera clave para la competitividad, la conectividad y el desarrollo económico de todo el Eje Cafetero. También consideramos, como lo expresan los intergremiales, que sería un grave retroceso para la región volver a modelos de administración pública directa a través de entidades como el Instituto Nacional de Vías (Invías), que no cuenta con las mismas posibilidades para sostener esta infraestructura y en iguales o mejores condiciones.
Por ello no se puede mezclar lo que sería una conveniente operación bajo el esquema de IP con otros puntos que deben ser motivo de diálogos regionales y de revisión. Nos referimos a los siete peajes ubicados a lo largo de todo este corredor, de los cuales cinco están en el departamento de Caldas, que han sido motivo de crítica a la concesión Autopistas del Café y lo que sería el manejo de la IP. Si se elimina o se reduce la cantidad de peajes son asuntos que se pueden resolver con unas tranquilas y participativas discusiones, obviamente entre el Gobierno, pero también dándole cabida a lo que tengan que decir los comités intergremiales porque para eso existen, la academia, los expertos, los gobernantes, los sectores políticos y la ciudadanía.

Se trata de un corredor vial que es del interés general, nada tiene que ver con intereses particulares; por eso la lucha no puede ser atendida a través de una sola persona. Lo que venga debe ser una construcción colectiva que deje tranquilos y seguros a todos los actores. Nadie puede ser excluido de las decisiones que se tomen y mucho menos si es por intereses politiqueros o por el afán de figurar y quedar bien ante el Gobierno nacional. Ya padecimos las graves consecuencias de quienes intentaron vender argumentos falsos con otros proyectos, como Aerocafé, y no podemos dejar que esa historia se repita. De por medio está el desarrollo de todo el Eje Cafetero.