La demanda penal contra el expresidente Álvaro Uribe Vélez no termina con el fallo de primera instancia emitido ayer por Sandra Heredia, juez 44 Penal del Circuito con Función de Conocimiento de Bogotá, que lo declaró culpable por los delitos de soborno en actuación penal y fraude procesal y absuelto del de soborno simple. La defensa acudirá al recurso de apelación para que el Tribunal Superior resuelva en segunda instancia si ratifica esta decisión o profiere sentencia en sentido contrario. Además, también cabe el recurso de casación.
El inicio de esta demanda se remonta al 2011, cuando el exparamilitar Juan Guillermo Monsalve, miembro del grupo criminal Los rastrojos, condenado a 44 años por secuestro extorsivo, acusó al expresidente de haber creado en los años 90 el Bloque Metro de las Autodefensas Unidas de Colombia, con participación de su hermano Santiago. El escenario habría sido la finca familiar Guacharacas. Monsalve aseguró haber sido presionado por enviados del expresidente, entre ellos el abogado Diego Cadena, para que se retractara, ofreciéndole beneficios judiciales y económicos.
Una de las visitas de Cadena a la cárcel, donde Monsalve ocupaba una celda de lujo y con todas las comodidades, privilegios que están por fuera de la ley como el ingreso de licor, mujeres y celulares, fue grabada con un reloj espía, material cuya autenticidad ha sido cuestionada. Este testimonio fue acogido por el senador de la coalición Pacto Histórico y Polo Democrático Iván Cepeda, detractor político de Uribe, que lo denunció en una columna de opinión. Uribe lo demandó en el 2012 por intentar manipular testimonios. La Corte Suprema de Justicia abrió investigación contra Cepeda, que archivó en el 2018, y abrió indagación contra Uribe por manipulación de testigos.
Se habla de declaraciones contradictorias de Monsalve, pues incluso familiares suyos señalan que mintió, y en uno de sus testimonios dijo que no conocía a Uribe Vélez, pero ha sido mantenido como testigo clave. La defensa del expresidente se ha sostenido en que se trata de un montaje para desprestigiarlo, pues Monsalve no demostró que fuera parte del Bloque Metro y en el juicio se probó que este bloque fue creado luego de que los Uribe vendieran la finca; además, que Cadena actuó por iniciativa propia sin conocimiento del expresidente.
Ni esta primera instancia ni lo que se viene en el proceso deberá utilizarse como una sentencia política para beneficiar electoralmente a un bando y perjudicar a otro contrario. Se espera que el Tribunal dilucide si admite como prueba interceptaciones obtenidas ilegalmente, porque estaría vulnerando el debido proceso, pero además que logre con pruebas técnicas demostrar la participación del expresidente en los delitos endilgados. Solo cuando se tenga un fallo en firme se sabrá la suerte de Uribe Vélez. El Tribunal tiene hasta el 18 de octubre de este año, fecha en que prescribe el proceso. Ojalá haya agilidad y este sonado caso penal en el que está involucrado un expresidente no se tenga que resolver por vencimiento de términos.