La expresión "nos llevó el p..." es enraizada o profundamente establecida en Antioquia y el Eje Cafetero, que luego se extendió por todo el territorio colombiano. Tiene como acepción "nos llevó el diablo" y que se puede interpretar de diferentes maneras, como tener un final desgraciado que "nos llevó el p...", tener un problema o dificultad grave que "nos llevó el diablo".

Aquí voy hacer un símil con el dicho "nos llevó el petro", para hacer una crítica en tono coloquial, irónico o burlesco, debido a que Petro y sus ministros y altos funcionarios han tomado la dirección política y administrativa del país como un chiste, empezando por la figura del presidente con rasgos de personalidad dañinos, dado que es una persona mentirosa, engañando y convenciendo a quien lo escucha, aprovechándose de personas ignorantes que carecen de conocimiento o información; ingenuas creen sin cuestionar, víctimas de manipulación, adoctrinados en el engaño sistemático e ideológico.

Resentido, ya que respira odio, impotencia y rechazo hacia personas o grupos que considera responsables de desigualdad, injusticia o abuso; sátrapa, autoritario, que desafía las normas, además por sus antecedentes en el M19.

Así entonces, un país gobernado por una persona con esos defectos y secundado por áulicos, cuestionados varios por una u otra condición de corrupción, problemas de drogadicción, identidad sexual, acoso sexual, tráfico de influencias, sin títulos profesionales, sin experiencia entre otros, se observa una crisis de legitimidad porque se percibe que quienes gobiernan no tienen en su mayoría valores de integridad, ni transparencia y en lo institucional se genera desconfianza.

Con este preámbulo podemos decir que "nos llevó el Petro".

Dicho esto, qué se puede esperar de un país con un Gobierno progresista que tiende a concentrar el poder político, judicial, mediático, económico, lo que juega en contra de los valores de libertad, pluralidad y control institucional.

En consecuencia, entre otros, tenemos el siguiente panorama: Seguridad. Con el debilitamiento de las Fuerzas Armadas según la Defensoría del Pueblo, más de 700 municipios tienen alertas tempranas por presencia de grupos armados ilegales, la paz total ha sido un fracaso total.

Corrupción. Un solo ejemplo en la UNGRD, de la que se robaron, por el caso de los carros tanque y otros contratos, más de un billón de pesos.

Finanzas públicas. Endeudamiento total de más del 60% del PIB, un déficit fiscal superior al 7% del PIB, en los últimos 12 meses y la más baja ejecución presupuestal de los últimos 10 años en el mayor presupuesto de la historia y su mal manejo por el desbordado gasto burocrático.

Suspensión de los subsidios del exitoso programa Mi Casa Ya, generando un grave problema social, dejando a una cantidad de familias sin poder cumplir el sueño de tener una vivienda propia por el imposible cierre financiero, afectando directamente el patrimonio de muchos constructores al no contar con la demanda que tenían proyectada y perjudicando directamente la industria de la construcción, sector clave para la generación de empleo y crecimiento económico.

Numerosos escándalos. Petro, con su ideología de izquierda, ve como enemigos a los empresarios que son los que tienen la economía saludable, a los ricos que hacen las inversiones exponiendo sus capitales; a los medios de comunicación, que manipulan la información en su contra; los poderes independientes están en contra de sus reformas; a Estados Unidos, principal socio comercial, lo desafía con su retórica populista y critica el modelo capitalista, pero por el contrario es amigo del régimen autoritario de Venezuela con legitimidad cuestionada.

Finalmente, estamos viviendo un panorama oscuro porque "nos llevó el Petro".