Los resultados del informe de Competitividad del departamento de Caldas nos vuelven a rajar en cobertura de educación. El índice que mide este pilar tan importante de la competitividad, por el impacto que tiene en el desarrollo futuro, fue afinado por el Consejo Privado de Competitividad. Caldas aparece en el puesto nacional número 18 en cobertura. Esto quiere decir, que estamos dejando a muchos niños y niñas sin las oportunidades de estudiar y de formarse para su futuro. Es decir, que sencillamente hay niños y niñas a los que no se les está garantizando su derecho a la educación.
Y está golpeando especialmente a los niños y niñas que están en edad de educación primaria, pues en este subindicador Caldas está en el puesto 27 a nivel nacional. Una verdadera vergüenza. No sé cómo se despertarán los secretarios o secretarias de educación de los municipios y del departamento todos los días sabiendo la debilidad que tenemos en el despliegue de la política pública educativa.
La cobertura está subdividida así: preescolar, estamos de 18 en el país, en primaria resultamos en el puesto 27, secundaria estamos en el ranking de 18 y en media estamos de 12. Todos muy por debajo del promedio de competitividad que tiene el departamento que es 6. Es decir, la cobertura de educación es de los temas en que más mal estamos puntuando. Así las cosas, es necesaria la revisión a fondo del presupuesto que se está destinando a educación en el departamento, y analizar qué esfuerzos suplementarios se pueden hacer desde los municipios y el departamento para mejorar esta dolorosa falta de cobertura en educación para los niños.
En el caso del Quindío, para que tengamos un punto de comparación cercano a la realidad, está en promedio en cobertura a nivel nacional de 8. En preescolar de 4, en primaria de 10, en secundaria de 7 y en media de 3 en todo el país. Así, pues, tenemos un mucho mejor desempeño del Quindío que en Caldas. El gobernador y los alcaldes deberían hacer una gran estrategia que permita ampliar la cobertura en Caldas, no es justo con las nuevas generaciones que se estén cercenando así sus derechos fundamentales.
Debemos también aplaudir que en términos de calidad educativa estamos de 8 en el país, muy cerca del puesto 6 que tiene el departamento en promedio en todos los pilares medidos, lo que es muy positivo. Las variables que miden la calidad son: Resultados de los exámenes de la prueba Saber 11 a los bachilleres, en este aspecto estamos de 10 en el país, podemos mejorar un poco, pero estamos relativamente bien y más si lo vemos por el resultado de los colegios oficiales, que estamos a nivel Colombia en el puesto 8.
Sin embargo, debemos mejorar en el estudio de los docentes para que alcancen el nivel de posgrado (estamos en el puesto 17 a nivel nacional): una alianza de las universidades de Manizales, que tienen muchas sillas vacías, con el Gobierno podría permitir un salto rápido a nivel cualificación de los maestros.  Mejorar la capacitación de los maestros es impactar a muchos niños. Es decir, en materia educativa básica lo que se está haciendo se hace bien, pero no lo estamos haciendo con toda la población a la cual le deberíamos llegar.