Las últimas semanas han sido mortificantes para el mundo petrista, lo que significa un alivio espiritual para los colombianos que amamos la Patria y respetamos las instituciones. Días de reveses que evidencian la incoherencia de quienes viven de la desestabilización y el caos, y cuyas causas son sacadas de un sombrero populista que a medida que se va quedando sin fondo, deja ver con claridad la perversidad de sus actos.
Miremos. Nobel de María Corina Machado: En un mundo donde la lucha feminista trata de imponerse a través de acciones grotescas y degradantes, y que muchas veces llegan a actos vandálicos para hacer notar la importancia de la igualdad y otras seudo causas (que son más instrumentos de generación de caos que una motivación real), nos ensordece el silencio de esos grupos ante el éxito de una de sus congéneres.
¿No lo celebran porque la ponderación, la decencia, la femineidad, la limpieza, el aseo, las buenas maneras y el gran acerbo argumental de María Corina, riñen con el estereotipo grotesco de izquierda que pretenden imponer a la fuerza? ¿La desdeñan por no simular facciones masculinas, no portar una mochila wayuu, o el pelo corto de colores estridentes, o botas guerreras y capuchas cobardes? Una mujer de verdad logró, a punta de carácter, lo que no han podido miles de ellas al trocar su lucha por el vandalismo, y sus falsas causas por resentimiento. Reina María Corina, y reina el silencio feminista. ¡Qué curioso!
Paz en Israel y Gaza: Paradójicamente significó un duro golpe para las huestes petristas, pues habían fincado su violencia en una causa que, siendo completamente abstracta para ellas, servía como detonador del aparato destructivo de la primera línea y demás terroristas urbanos. Acabada esa causa, tuvieron que guardar sus banderas extranjeras y quedar a la espera de que, desde la Presidencia, se inventen otro conflicto para alimentar las neuronas destructoras de la izquierda.
La paz en Gaza era buena, pero no por intermediación de Trump; el salvador tenía que ser Petro, quien no se cansa de hacer el ridículo en los escenarios internacionales. Los acuerdos de paz logrados en Gaza no son motivo de celebración para quienes incendiaban el país en su supuesta búsqueda. ¡Ja! Sumado a esto, se encuentra el Gobierno con la talanquera que pone freno a su abuso en los medios de comunicación, y le impide que siga invadiendo, cual dictador, los hogares colombianos a través de los canales de televisión privados. Pobre.
Y, para acabar de componer, la consulta de la izquierda con la que pretendían elegir entre el sida, la sífilis o la lepra, resultó ser un bumerán que terminó decapitando el entramado petrista. Porque lo que en realidad se iba a hacer el 26 de octubre era una consulta interpartidista cuya primera consecuencia sería el impedimento para que el ganador participara en la del próximo marzo. ¡Un tiro en el pie que seguramente solucionarán por fuera del marco de la ley! Utilizan la democracia para destruir la democracia.
¡Incoherencia total!