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Integrantes de las Fuerzas Armadas de Ecuador revisan a un grupo de personas, en Los Chasquis, provincia de Cotopaxi (Ecuador).
EFE | LA PATRIA | QUITO
Cientos de personas participaron ayer en marchas contra el Gobierno del presidente Daniel Noboa, que fueron dispersadas por la Policía, mientras los militares mantenían el control en puntos de acceso a la capital ecuatoriana, Quito, para evitar que manifestantes llegados de otras zonas del país se tomen la ciudad, dijo el ministro del Interior, John Reimberg.
El día 21 de las protestas convocadas por la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie) contra la eliminación del subsidio al diésel y otras demandas, se caracterizó ayer por la concentración de manifestantes en unos cinco puntos de Quito, mientras que la provincia Imbabura, epicentro de las movilizaciones y bloqueos, continuaba bloqueada.
Denuncian violencia policial
Con gases lacrimógenos, la Policía dispersó a los manifestantes que avanzaban gritando consignas contra el Gobierno y con carteles que rezaban "No somos terroristas", en alusión al señalamiento hecho por el Gobierno contra los participantes en estas protestas imputados por actos de violencia.
El presidente de la Conaie, Marlon Vargas, aseveró que "el despliegue militar y policial actuó con violencia desde el inicio".
Tras un sobrevuelo por la ciudad, el ministro del Interior, John Reimberg, destacó que la mayor parte de la ciudad se mantuvo "en paz" durante este domingo y denunció que los manifestantes "lanzaron voladores" (pirotecnia) hacia el helicóptero, por lo que la Policía tuvo que actuar.