La hinchada del Deportivo Pereira llegó a su límite. La gestión de Álvaro López al frente del club, desde su regreso en 2023, ha desnudado todas las limitaciones de sus administraciones pasadas, desmantelando en pocos meses todo lo conseguido por el equipo entre 2019 y 2023. 

Bajo el liderazgo de López el equipo estuvo varios años en la segunda división del fútbol colombiano, y por las malas gestiones, empezó un proceso de liquidación, en donde estuvo cerca de perder el reconocimiento deportivo y desaparecer por problemas económicos.  

Bonanza de premios 

En su regreso como máximo acreedor del club, después del fracaso de la venta del equipo por Jhon Ómar Candamil, Deportivo Pereira había logrado el éxito deportivo, quedando campeón por primera vez en su historia, y logrando avanzar a cuartos de Copa Libertadores en 2023. 

Los buenos resultados en las canchas del país y del continente, fueron una bonanza económica que el club nunca había manejado.  

En el 2024 empezó de lleno la nueva etapa de la administración López y con él llegaron refuerzos de renombre: Darwin Quintero, Faber Gil, Andrés Ibargüen, Salvador Ichazo y Leonel Álvarez entre otros. 

Esa inversión en calidad y cantidad no fue fácil de mantener sin el éxito deportivo. Con Álvarez estuvo cerca de llegar a una nueva final del fútbol colombiano, pero se quedó en la puerta. 

Estrepitoso descenso 

El romance entre la hinchada y el club duró seis meses. Después de un buen primer semestre, Álvarez dio un paso al costado y abandonó al equipo por diferencias con López. 

Luis Fernando Suárez llegó como reemplazo. Las expectativas con el nuevo estratega eran igual de altas, pero no se cumplieron. Al principio, el irregular rendimiento del equipo en la cancha, alejó a los Matecañas de los puestos de privilegio. 

Luego llegaron las crisis por falta de pagos y los rumores de la salida de los jugadores. En su defensa López dijo en rueda de prensa que mantenía una plantilla de $1500 millones. 

Y sostuvo que no había lugar para crisis en el equipo, porque presidía uno de los clubes más ricos del país. Sin embargo, los pagos a los jugadores siguieron llegando tarde. 

En octubre del 2024, la Dian decidió congelar las cuentas a todas las empresas donde López era presidente, incluída las del Deportivo Pereira, por incumplir con los papeles que exigía la Superintendencia de sociedades, y por la cual lo habían multado con una sanción superior a los $31 millones. 

Debido a eso, el club siguió incumpliendo los pagos y Acolfutpro, pidió que le quitaran el reconocimiento deportivo al Pereira por las deudas. 

Un segundo aire 

La demanda del sindicato de jugadores no prosperó y el club logró ponerse al día con los jugadores en enero de 2025. Sin embargo, esa incapacidad económica, obligó a varios referentes a buscar nuevos clubes. 

La salida de jugadores de peso en el vestuario no fue reemplazada con jugadores de la misma calidad. De hecho, el técnico Suárez criticó la tardía gestión para salir a buscar refuerzos y acentuar la idea de juego en el equipo. 

La tardía incorporación de jugadores hizo perder tiempo valioso para conseguir resultados. En las primeras 5 fechas Pereira no pudo ganar, sumando solo dos puntos como local y tres derrotas a domicilio. 

Hinchada frustrada 

Desde la fecha 3 la hinchada levantó la voz contra Luis Fernando Suárez exigiendo la renuncia. Luego de 8 meses de su dirección el equipo seguía sin encontrar respuestas para las victorias ni identidad en el juego. Algo que tenía a los hinchas frustrados en la tribuna. 

Pero todo se acrecentó cuando Suárez declaró que se iba cuando “San Juan agache el dedo” en rueda de prensa, y al día siguiente cuando mencionó que se “había quitado la barba para tratar de conseguir el triunfo”. 

Esas declaraciones rebasaron la paciencia de buena parte de la hinchada y Lobo Sur exigió la renuncia del técnico. Incluso pegó carteles en varios puntos de la ciudad con la cara del técnico. A esa petición López respondió en un comunicado que evaluarían lo mejor para la institución. 

La primera victoria contra Fortaleza le dio aire al equipo para enfrentar al América en Cali, pero regresó con una derrota. Aumentando las dudas sobre la capacidad del Deportivo Pereira para volver a ganar contra equipos importantes en Colombia. 

La victoria contra Envigado parecía una obligación y así lo vivió el equipo. A pesar de las lesiones y los cambios obligados el equipo tomó ventaja de dos goles en el primer tiempo y en el segundo asumió el control del equipo aguantando el resultado. 

Esa actitud pasiva terminó de molestar a los hinchas que fueron al estadio y empezaron en la tribuna los reclamos, primero contra el técnico, cantando “Fuera Suárez. Y luego el canto se dirigió a Álvaro López. 

Carlos Darwin Quintero intentó mediar la situación acercándose a la barra popular, pero su presencia no calmó a los hinchas, quienes le reclamaron también por su mal rendimiento en los últimos meses. 

Encerrona a Álvaro López 

Después del triunfo, algunos hinchas se quedaron en los alrededores del estadio esperando la salida del entrenador y del presidente para reclamarles por el rendimiento del equipo. 

En rueda de prensa, mientras Luis Fernando Suárez respondía las preguntas de los periodistas, se escuchaban en el fondo protestas de hinchas. 

Mientras los hinchas en las afueras veían salir a cada jugador en sus carros. Algunos de ellos tuvieron que hacerlo escoltados por policías. 

Todo parecía estar en una tensa calma, hasta que los hinchas vieron a López y lo rodearon para exigirle que se hiciera al lado. 

El presidente quedó encerrado en el parqueadero de la Liga risaraldense de tenis, mientras los hinchas le cantaban “López, López, López no va más” y le exigían que respete al equipo. 

En vídeo también quedó registrado como algunos hinchas le lanzaron latas y otros objetos, mientras la policía intentaba impedir el paso de ellos al interior del parqueadero. 

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