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El 7 de mayo de este 2025, Unión Española visitó al Once Caldas en Manizales por la fase de grupos de la Copa Sudamericana. El partido terminó 1-0 a favor del Blanco. Los chilenos descendieron a la segunda categoría del fútbol de su país.
María José Rey
EFE | LA PATRIA | Santiago de Chile
Con 7 títulos y una final de Copa Libertadores en 128 años de historia futbolística, Unión Española, uno de los clubes fundadores del profesionalismo en Chile, consumó su segundo descenso de categoría en casi tres décadas.
Las deficientes gestiones deportiva, administrativa y empresarial se han mezclado en la crisis, de la que los hinchas responsabilizan al controvertido presidente de la entidad, el empresario español Jorge Segovia.
Él dirige el club a más de 12 mil kilómetros de distancia y hasta la fecha no ha sido cumplido su principal promesa: dotar a la entidad centenaria de un estadio moderno acorde a los tiempos.
El cuadro hispano disputó la Copa Sudamericana de este 2025, en la que debió oficiar como local en el estadio Sausalito de Viña del Mar y no en su casa, el estadio Santa Laura de Santiago.
En la fase de grupos, Unión se enfrentó al Once Caldas, primero en Chile y luego en Manizales. En ambas ocasiones cayó contra el Blanco: 0-2 en Viña con goles de Dayro Moreno y Alejandro García y 1-0 en Palogrande con un tanto de Luis Palacios.
En suelo austral, el brasileño Fluminense tuvo un duelo complicado en el que apenas logró un empate.

En el minuto 14 del partido disputado en Manizales, Luis Palacios anotó el gol de la victoria del Once Caldas contra Unión Española por la Copa Sudamericana 2025.
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El club del barrio Independencia, uno de los más populares del centro norte de Santiago, afronta la peor de las realidades tras perder la categoría de la mano de su técnico interino y símbolo Gonzalo Villagra, con una derrota de local por 2-4 el pasado domingo ante O’Higgins, una jornada antes de que se acabe el campeonato
La pesadilla que atraviesa contrasta dramáticamente con las glorias del pasado, especialmente la gesta inolvidable de 1975, año en el que bajo la conducción de Luis Santibáñez rozó la gloria al jugar la final de la Copa Libertadores ante el legendario club argentino Independiente de Avellaneda.
En 2025, en el 50 aniversario de su hazaña deportiva internacional, los hispanos estuvieron condenados al descenso desde el inicio, nada pudo hacer el entrenador José Luis Sierra, otro exjugador emblema, ni su sucesor Miguel Ramírez.

Un puñado de aficionados de Unión Española viajó desde Chile para alentar a su equipo desde la tribuna visitante del estadio Palogrande, en el partido disputado ante el Once Caldas por la Copa Sudamericana.
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Una crisis estructural, la condena de Unión Española
En 29 jornadas, Unión Española, protagonista desde su primer trofeo en 1943, solo logró 6 victorias, encadenó 20 derrotas, y las perspectivas de futuro tampoco son nada halagüeñas.
La crisis es estructural, y afecta principalmente a las categorías inferiores, al fútbol formativo y a la gerencia, por lo que las opciones de un retorno pronto a la elite son dudosas, según admitieron fuentes del propio club.
“Para todos es un día demasiado triste, pocas palabras tenemos salvo pedir disculpas”, declaró el gerente general, Sabino Aguad.
El directivo habló de austeridad, de apoyarse en un plantel con jóvenes futbolistas, pero no existe aún una ruta clara porque, según confesó Aguad, atravesaron el año pensando en la salvación y ahora enfrentan la realidad del recorte económico que vendrá.
El club dejará de percibir cerca de 2.150.000 dólares en derechos de transmisión televisiva y tiene que hacer frente a los contratos de los jugadores que no tienen cláusulas de salida, y que según la prensa chilena oscilan entre los 5.000 y los 20.000 dólares mensuales.
El anterior descenso de Unión Española fue en 1997 y tampoco inesperado, ya que se produjo tras un proceso exitoso que causó la salida de la mayoría de sus figuras, lo que generó inestabilidad y se unió al bajo rendimiento de los refuerzos.
Jorge Segovia, presidente de Unión Española, en la diana
A pesar de ese escenario, estuvo solo dos temporadas en la segunda categoría antes de volver, pero en esta temporada el equipo fue irregular desde el principio con 20 derrotas y solo 6 victorias, a falta de una fecha para el final de la Liga.
La ausencia física del dueño del club, salpicado hace más de un década por una serie de escándalos en el fútbol chileno, ha aumentado la incertidumbre en momentos en que surgen versiones sobre una inminente venta del club, que a la vez son negadas.
Solo el técnico Villagra piensa en volver a Primera el próximo año y el referente Pablo Aránguiz hace promesas de dar todo para lograrlo, pero Aguad pone los pies en la tierra por primera vez, tras su llegada en marzo pasado.
“Sería muy fácil decir hoy que vamos a armar un plantel maravilloso para volver, pero no puedo porque no sé cómo vamos a afrontar la parte económica”, dijo.
Lo único cierto es que Unión Española volverá a jugar la próxima temporada, y por segunda vez en su historia, en la Primera B.
Parece, además, que no le convienen los aniversarios: su primer descenso fue en 1997, en su centenario, y este segundo a 50 años de haber jugado su primera final en Copa Libertadores.
Aún así, todavía es es el segundo club con más temporadas en la Primera División de Chile (91) y el segundo que participó en más torneos (106), sólo superado por Colo Colo, que nunca ha descendido a la B, ha estado presente en las 94 temporadas y ha disputado 109 torneos de la máxima categoría.
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