El ansermeño Héctor Alonso Giraldo Ramírez, de 59 años, murió el pasado 1 de enero en Medellín, luego de que lo atacaron con arma cortopunzante. Inicialmente, su cuerpo permaneció en Medicina Legal porque se desconocía su identidad. El viernes, luego de cuatro días de búsqueda, sus allegados lograron reconocerlo y reclamarlo para darle cristiana sepultura.

Del adulto se recuerda que fue adiestrador de caninos en su pueblo, pero se había mudado a Medellín y al parecer permanecía como habitante de calle. Era integrante de una familia de comerciantes del ya desaparecido almacén La Feria ubicado en el sector de Las Galerías.

Por otro lado, en Manizales murió Sebastián Calle Mejía, quien sufrió un accidente de tránsito en Anserma. Al joven lo atendieron miembros del Cuerpo de Bomberos y lo trasladaron al hospital, pero las heridas eran comprometedoras y lo debieron trasladar.

El joven transitaba en su motocicleta y chocó contra una camioneta que estaba estacionada en el sector de La Pradera. El pasado domingo en la noche se reportó su deceso.