Este jueves (22 de agosto) debía continuar el juicio penal contra el empresario Germán Pareja Bustamante (del fallido concierto de Don Omar en Manizales), investigado por interés indebido en la celebración de contrato y abuso de confianza calificado.

A la Fiscalía le faltaba presentar a dos testigos, pero antes de eso la delegada del ente acusador pidió la prescripción de esas conductas que se imputaron al señalado, además porque es interviniente, no funcionario público. El escrito de acusación se presentó el 11 de abril del 2016. La pena habría sido de 6 años.

Las víctimas manifestaron que las dilaciones han corrido por cuenta de los abogados del procesado.

El representante del Hospital San Juan de Dios de Pensilvania indicó que Pareja Bustamante se rió esta mañana de las partes afectadas al saber que el ente acusador solicitó preclusión. Pidió que se le inicie un proceso por peculado por apropiación en favor de terceros, el cual no ha precluido.

El juez indicó que dará su decisión el 17 de septiembre.

El caso

El caso tiene que ver con que este señor habría prometido vender un vehículo al Hospital de Pensilvania, pero nunca la entregó, pese a que recibió anticipos.

A comienzos del 2007 el centro asistencial requería un nuevo automotor. Así lo expuso la gerente de ese entonces a sus superiores, por lo que se iniciaron gestiones para reemplazar la que había.

El primer paso fue vender la existente. El valor del vehículo se calculó en cerca de $19 millones. Surgió un comprador. Una empresa, hoy liquidada, aceptó recibir la ambulancia vieja y dar una modelo 2006, que costaba $96 millones.

Meses después se dio un negocio entre particulares, en el cual Pareja Bustamante recibía como cesionario la parte como vendedor de la ambulancia.

En la sentencia en la que condenaron a la gerente (ya pagó 6 años y 6 meses de pena) el juez llamó la atención acerca de que el proceso tendía a favorecer los intereses del vendedor. Además, se incumplieron las obligaciones legales establecidas para la contratación estatal.

Se acordó el negocio sin la disponibilidad presupuestal completa, pues aún no se tenían unos recursos que esperaban del entonces Ministerio de Protección Social, ni de la Dirección Territorial de Salud de Caldas.

De igual manera se pactó que el contrato se ejecutaba en un mes, pero los tiempos se alargaron en medio de firmas de tres otrosí y una suspensión temporal de la compraventa.

"En el 2008 Pareja Bustamante recibió un anticipo de $13 millones, pero argumentó que estaba difícil conseguir un chasis para ensamblar la ambulancia. Tras recibir el dinero, jamás volvió a reportarse", se narró.

Se le enviaron comunicaciones, se le llamó a su teléfono, pero no contestaba. El Hospital hizo efectiva la póliza de garantía que debe constituir cualquier contratista.

Se señaló que para la época existían mejores opciones para la adquisición de ambulancias, a mejores precios y especificaciones. Sin embargo, el contrato se le adjudicó a una firma sin experiencia en el área.

Este proceso no quiere decir que sea culpable, será un juez quien decida.

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