Un hombre se habría aprovechado de que su tío exporta cítricos para ofrecerle la venta de 6 mil kilos de limones que el comerciante necesitaba para enviar a otro país.

Por eso lo llamó a su celular (la víctima no sabía que era su sobrino) y se hizo pasar como dueño de una finca en el Tolima.

Le ofreció venderle esos limones de muy buena calidad, pero le exigió un anticipo de $15 millones para pisar la negociación.

La hoy víctima, confiada, accedió y transfirió a una cuenta de Bancolombia. Posteriormente mandó a un conductor a recoger el producto a la finca El Corozal, pero ni la finca existía, ni el vendedor aparecía.

El enviado esperó durante dos días, hasta que la comunidad le comentó que el predio era imaginario y que el sujeto estaba enseñado a tumbar a la gente.

Adelantadas las investigaciones, se estableció que la cuenta corresponde a la de su sobrino, quien enfrenta un juicio por estafa.

Las diligencias arrancaron la semana pasada ante un juzgado de Manizales, sin él, pues no asistió, adujo que está hospitalizado. LA PATRIA estuvo presente.

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