Foto | Cortesía UBPD | LA PATRIA
Gracias a información de habitantes del sector y de exmiembros del M-19 se detectaron dos fosas con elementos de cinco víctimas.
Cinco familias provenientes de distintas regiones del país llegaron hasta San José del Fragua, Caquetá, donde pudieron saber la verdad tras 40 años de la desaparición de sus seres queridos, víctimas del conflicto armado.
Esto se logró por medio de los Encuentros para la Verdad y la Dignificación, estrategia de la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD), con lo que se pretende dar un cierre a estos casos en los que no es posible entregar los cuerpos, a causa de las condiciones como se dieron los hechos.
"Al establecer la suerte y el paradero de estas personas, logramos cerrar sus procesos de búsqueda. Del universo de aproximadamente 4.500 personas dadas por desaparecidas en Caquetá, cinco grupos familiares lograran descansar de su incertidumbre", explicó Yolima Isabel Jurado, coordinadora de la UBPD en Caquetá.
Las familias pudieron conocer cómo ocurrieron las desapariciones de sus seres queridos y rindieron un homenaje colectivo, a través de recuerdos. También recibieron las prendas de vestir y objetos personales hallados durante las labores.

Fosas en zona rural
Esto permitió hallar dos fosas en la vía entre Albania y Curillo, donde sepultaron los cuerpos, entre 1981 y 1982, de las personas que perdieron la vida en medio de acciones bélicas.
El paso del tiempo y las características del suelo del sur de Caquetá, altamente ácido, impidieron la conservación de las osamentas, que se degradaron. Sin embargo, las prendas de vestir halladas, permitieron dar una luz en el proceso de identificación.
Según la UBPD, estos elementos se enviaron a Bogotá, donde la Dirección de Prospección, Recuperación e Identificación de la UBPD; el Instituto Nacional de Medicina Legal y la Universidad Nacional efectuaron análisis científicos y de balística, que contribuyeron a garantizar el derecho a la verdad de las familias.
En el cementerio de San José del Fragua, con el apoyo de la Alcaldía Municipal y la Parroquia, pudieron hacer una ceremonia simbólica de las evidencias en dos osarios donados con placas que llevan mensajes de homenaje y los nombres de sus familiares.
La obtención de estas pruebas se logró por medio de aportes de información de la comunidad aledaña y de un grupo de personas que perteneció al M-19, con quienes continúa una labor para ubicar a otros desaparecidos.
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