
Foto | Cortesía Policía de Caldas | LA PATRIA
Los dos capturados son, según las autoridades, miembros de la banda los de la 40, dedicada al tráfico de estupefacientes en Arauca.
Al Ojón y a su compañera sentimental les madrugaron investigadores de la Sijín de la Policía de Caldas el pasado jueves, en un operativo que se llevó a cabo en el corregimiento de Arauca (Palestina), contra el conocido grupo de delincuencia común organizada, los de la 40.
El allanamiento se llevó a cabo en el barrio Las Colinas, en donde actúa esta banda que ha recibido golpes recientemente con la captura de miembros vinculados no solo al microtráfico, sino también a homicidios en este centro poblado.
La diligencia se llevó a cabo por orden judicial emitida por la Fiscalía 4 Seccional EDA de Manizales. A los capturados, dedicados también al expendio ilegal, les incautaron 217 gramos de marihuana, distribuidos en 60 bolsas, 45 dosis de bazuco, 2 teléfonos celulares, dinero en efectivo, munición calibre 9 mm y una gramera.
Al Ojón lo requerían por concierto para delinquir con fines de narcotráfico. Tras las audiencias de control de garantías, un juez le impuso medida de aseguramiento en un centro carcelario, mientras que a la mujer le otorgaron la detención domiciliaria.
De acuerdo con la Policía, este operativo representa un fuerte golpe contra la banda que ejerce el control en la venta de estupefacientes en Arauca. Este sujeto sería uno de los principales expendedores de drogas.
Un homicidio en el 2025
En el 2024, en Palestina se registraron 13 homicidios, lo que convirtió al municipio en uno de los más afectados por la violencia. Fue precisamente en el corregimiento de Arauca, un punto que llamó la atención de las autoridades.
El alcalde, Álvaro Osorio Valencia, explicó en entrevista a LA PATRIA en marzo pasado que gracias a un plan de acción trazado con Policía, Fiscalía y Ejército, se logró la captura de reconocidos delincuentes, especialmente de la 40, así como la incautación de estupefacientes, que fue llevando más tranquilidad a sus habitantes.
Sin embargo, dicha tranquilidad se vio afectada el pasado 26 de marzo, cuando atacaron a bala a Sergio Leiva Rodríguez, de 31 años.
La víctima conducía un yip de transporte escolar. Cerca de la iglesia de Santágueda, desconocidos obligaron a los menores a bajarse y luego le propinaron dos disparos en el pecho. Lo alcanzaron a trasladar a un hospital, en donde murió.
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