José Luis Moreno Gómez terminó condenado por acceso carnal abusivo con menor de 14 años agravado, tal y como lo confirmó recientemente el Tribunal Superior de Manizales, al resolver la apelación de la defensa.

Se tiene que el día de los hechos, la nieta de una familia no aparecía, la llamaron al teléfono y sus allegados notaron que la conversación provenía de un enramado, en una finca de la vereda El Consuelo, de Anserma. Al preguntarle a la menor qué pasaba, contestó que desde los 12 años tenía relaciones sexuales con José Luis, amigo de la familia. Ellos nunca sospecharon de él. Lo confrontaron, reconoció y expresó que estaba dispuesto a pagar por eso.

Proceso

"Vimos que se despedían de beso, pero no creímos que pasaran de ahí. La niña dice que lo quiere, pero no es posible que un hombre de 31 años esté con una menor, de 12. Queremos justicia", anotó una familiar.
Empezó la investigación y la víctima se negó a declarar por "estar enamorada de él y no querer hacerle daño".
Finalmente accedió, contó que lo conoció en Pereira y a los ocho días pasó el primer hecho, pero insistió en que las relaciones fueron consentidas, que ella quiso, que nunca fue amenazada. Se conoció que José Luis amenazó por Facebook al novio de la menor, de 17 años, diciéndole que ella no podía tener a nadie.

El 25 de mayo del 2019 se realizaron las audiencias preliminares, sin medida de aseguramiento. El juicio se desarrolló el 20 y 21 de enero, y el 7 de febrero del 2020, con condena de 13 años y detención inmediata. La víctima dijo que José Luis Moreno conocía su edad, "Yo tenía 12 años y él me explicaba que iba a esperar a que tuviera 14 años para decirle a mis abuelos que quería una relación conmigo".

El procesado pretendió demostrar durante su intervención en juicio que el "noviazgo" que sostenía con la menor era público, al punto de saberlo la madre de la menor, los abuelos maternos, además de algunos integrantes de la comunidad. El acusado tenía esposa y quiso mostrar que creía que la víctima era de más edad.

"Tampoco se la pregunté, igualmente ella nunca me la dijo, siempre la vi acuerpadita, no siendo costumbre mía preguntar la edad a una mujer. Suponía que tenía 14 o 15 años, sentía amor bonito y pensaba seriamente estar con ella".

Delito

El Tribunal, al resolver la apelación, indicó que el bien jurídico tutelado se vulnera efectivamente cuando se accede carnalmente al menor de catorce años, aún con su consentimiento.

"Lo anterior, porque lo que se presume es la falta de capacidad del menor para comprender el significado social y fisiológico del acto, o mejor aún, las consecuencias que se derivan de él, al considerar que no está preparado para asumir o enfrentar los eventuales resultados que se derivan del trato sexual".

La confianza

Que la mayoría de los casos de abuso sexual con menores ocurran en sus entornos más cercanos tiene un común denominador: la confianza. Precisamente, por eso, suele ser tan difícil identificar a tiempo una situación de riesgo.

De acuerdo con ICBF, de las cosas que el agresor desarrolla en el proceso de abuso es la confianza, tanto con su víctima, como con los cuidadores de esta.

Su objetivo es generar una atmósfera en la que sus intensiones pasen desapercibidas y logren ganar espacios de privacidad donde, finalmente, puedan quedarse a solas con el menor de edad.

“Los agresores siempre buscan ganarse la confianza, intentan ser muy cercanos, se inventan actividades lúdicas y recreativas con el propósito de compartir mucho tiempo con su víctima; tienden a ser muy cariñosos y suelen dar regalos sin motivo alguno. También se valen de guardar secretos o de darles dinero como una forma sutil de manipularlos y extorsionarlos”.

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