LA PATRIA | MANIZALES

La vida de Pedro* estuvo en serio peligro hace ocho años. Él se automedicó y la combinación de los fármacos en su sistema lo tuvo en una Unidad de Cuidado Intensivo (UCI) por una semana. Hoy habla de lo irresponsable que resulta ingerir productos, sin la debida indicación especializada.

Todo empezó un jueves, luego de un partido de fútbol aficionado en el que recibió un fuerte golpe. El viernes fue a una droguería y en esta le aplicaron un diclofenaco. Al otro día se dirigió a Pereira, donde estudiaba un posgrado.

Estando allá, el almuerzo le cayó mal o eso supone, pues le dio un dolor de estómago. Por esta razón fue a una farmacia, donde le recetaron algo que él se tomó, sin preguntar mayor cosa.

Regresó a Manizales y los síntomas crecieron, estos lo redujeron a la cama. Pese a todo el reposo que tuvo, siguió mal. Él contó que a eso de la 1:00 a.m. se tomó una pasta de una casa comercial, que actúa reduciendo los espasmos localizados en el aparato digestivo, pero que a las 5:00 a.m. tuvo que irse al hospital, porque ya no aguantó los dolores.

"A las 10:00 a.m. ya estaba en la UCI (allí duró una semana) y los médicos no encontraban qué era lo que tenía. Llegué a estar intubado, con posibilidades de perder el riñón derecho", dijo el profesional en psicología.

Él pasó por muchos estudios y no encontraban qué le sucedía. Su situación fue tan complicada que llegaron a darle morfina. Al final él mencionó los medicamentos ingeridos y terminaron descubriendo la razón de todo.

"Es que tomé, en poco tiempo, unos medicamentos que nadie junta. Me salvó que soy un hombre sano, que hace deporte, que no bebe licor. Nadie debería automedicarse", concluyó Pedro, hoy con 54 años.

Desde lo médico

José Julián Peláez, toxicólogo clínico, profundizó en lo complicadas que llegan a ser esas mezclas indiscriminadas de fármacos. Dijo que la interacción medicamentosa es la relación de efecto que tienen dos o más medicamentos diferentes dentro del organismo. Sea porque se potencian, se sumen o se contrarreste su efecto.

"Todos los medicamentos tienen que pasar por unos pasos en el cuerpo. Está la ingesta del fármaco o su aplicación, su paso por el estómago, su absorción y de ahí al metabolismo hepático, para después llegar a hacer el efecto en un punto determinado".

El experto, adscrito a Clínica Echeverri & León S.A.S. (antigua Clínica Aman), mencionó que en cualquiera de esos pasos se puede dar la interacción de los fármacos, de estos con los alimentos o con los estados de enfermedad.

"Hay medicamentos que lo que hacen es disminuir la acción de otro. También hay procesos de enfermedad, que favorecen las intoxicaciones por fármacos. Pasa con frecuencia en los pacientes ancianos. En estos, la condición metabólica es diferente, incluso más lenta". comentó.

Agregó: "El aguacate y los alimentos como el brócoli o las coles de bruselas, tienen interacción con ciertos fármacos anticoagulantes. Cuando los consumen, disminuyen la eficacia del medicamento. El ajo, por ejemplo, tiene una actividad antiplaquetaria. Las personas que toman ácido acetilsalicílico y comen ese alimento tienen una disminución de la actividad de este medicamento".

Según Peláez, la combinación de fármacos es tan grave que puede llegar a causar la muerte. Se conoció que los niños y los adultos mayores son los más sensibles a los problemas que se pueden presentar, con la inadecuada interacción de los productos.

"Hemos visto pacientes que han terminado hospitalizados por estas intoxicaciones, con evoluciones desfavorables, a veces por culpa de la automedicación. Eso puede llegar a ser bastante peligroso, por lo que siempre somos muy estrictos en indicarle a la gente cómo se debe tomar lo que se les indica", manifestó el experto.

Alternativas

El toxicólogo invitó a la gente a hacer uso de alternativas que ofrecen las EPS, para tener la formulación propicia: "Ahora, después de la pandemia, hay muchas facilidades para consultar a los profesionales pertinentes. Están las teleconsultas, las videollamadas, las llamadas telefónicas. Los pacientes tienen más oportunidades en ese sentido. La idea es que siempre se asesoren, ante cualquier tipo de dolencia o malestar".

El especialista advirtió que la interacción de los medicamentos es mucho más delicada o tiene más riesgos en los pacientes crónicos, en aquellos que sufren de hipertensión, diabetes, cáncer, etc.

En cualquier tipo de situación, nadie debería dejar que le cambien la fórmula que le hace un médico: "Este la prescribe con conocimiento de causa. Si la fórmula la cambian en la farmacia, puede hacer más daño que beneficio".

Concluyó: "Las personas deben tener conciencia frente a los medicamentos, sea porque se tomen adecuadamente los que el médico prescribe o porque elijan no automedicarse. No hay que poner en riesgo la salud".

*El nombre del protagonista de la historia se cambió por su solicitud.