Mantener una dieta saludable a partir de los 40 años de edad ayuda a envejecer con salud y a mantener un buen estado físico, cognitivo y mental hasta los 70 o más. La anterior es la conclusión de un estudio que recolectó datos de 106 mil personas por tres décadas.

La investigación, dirigida por expertos de la Universidad de Harvard y presentada en el Congreso anual de la Sociedad Americana de Nutrición (Chicago), reveló la estrecha relación entre la dieta en la mediana edad y el envejecimiento saludable.

El estudio demostró que los que seguían una dieta sana después de los 40 tenían entre un 43% y un 84% más de probabilidades de funcionar bien física y mentalmente a los 70 años, en comparación con los que no lo hacían.

Los participantes de este trabajo tenían -al menos- 39 años y no padecían enfermedades crónicas (como la diabetes, la hipertensión o el cáncer) al inicio del estudio y proporcionaron información sobre su dieta, a través de cuestionarios cada cuatro años.

En el 2016, casi la mitad de los participantes del estudio había fallecido y solo el 9,2% sobrevivió hasta los 70 años o más, manteniendo la ausencia de enfermedades crónicas y una buena salud física, cognitiva y mental.

Efectos

"Las personas que seguían pautas dietéticas saludables en la mediana edad, especialmente las ricas en frutas, verduras, cereales integrales y grasas saludables, tenían muchas más probabilidades de envejecer de forma sana", dijo Anne-Julie Tessier, investigadora de la Escuela de Salud Pública de Harvard.

Los profesionales descubrieron, además, que un mayor consumo de frutos secos, legumbres y lácteos desnatados se asociaba a una mayor probabilidad de envejecer bien; mientras que un mayor consumo de grasas trans, sodio, carnes rojas y productos procesados se asociaba a una menor probabilidad de envejecer en adecuadas condiciones.

"Una de las conclusiones más destacadas fue la asociación entre la dieta de salud planetaria y el envejecimiento saludable. Esta hace hincapié en frutas, verduras, cereales integrales, proteínas vegetales y grasas saludables de fuentes sostenibles", afirmó Tessier.

El hecho de que haya surgido como uno de los principales patrones dietéticos asociados al envejecimiento saludable, según la experta, es especialmente interesante. Respalda la idea de que podemos seguir un régimen que puede beneficiar tanto a nuestra salud como al planeta.

* Con información de EFE, agencia internacional de noticias.

De la actividad física

Los vínculos entre la dieta y el envejecimiento saludable siguieron siendo fuertes dentro de la investigación, incluso, cuando los expertos tuvieron en cuenta la actividad física y otros factores que se sabe influyen en la salud.

Antecedentes

Estudios de vieja data han demostrado que una dieta sana puede ayudar a prevenir las enfermedades crónicas. La nueva investigación es única en su enfoque del envejecimiento saludable, definido no sólo como la ausencia de enfermedad, sino como la capacidad de vivir de forma independiente y disfrutar de una buena calidad de vida, a medida que se envejece.

Con ayuda profesional

Consulte a un experto en nutrición sobre sus necesidades particulares de alimentación. Este, de acuerdo con su estilo de vida, detalla cuál debe ser su plan por seguir.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda:

* Atender las necesidades en términos de calorías, proteínas, vitaminas y minerales a través de una dieta variada, basada en gran medida en alimentos de origen vegetal y buscando el equilibrio entre ingesta y gasto calórico.

* Obtener la mayor cantidad de calorías de los carbohidratos, principalmente a través de legumbres (frijol, garbanzos, lentejas) y cereales integrales (trigo, avena, arroz).

* Reducir las grasas totales a menos del 30% de la ingesta calórica total, pasar de la ingesta de grasas saturadas y grasas trans (manteca, frituras) a la de grasas insaturadas (aguacate, semillas de canola y girasol).

* Reducir los azúcares a menos del 10% (idealmente, el 5%) de la ingesta calórica total.

* Limitar la ingesta de sodio a menos de 2 gramos al día (equivalente a 5 gramos de sal).

* Consumir, al menos, 400 gramos al día de verduras y frutas en adultos y niños mayores de 10 años. Y 250-350 gramos al día en niños más pequeños.

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