"La leche materna previene enfermedades, genera anticuerpos y es una buena alimentación para mi bebé", dijo la joven Clemencia Giraldo, madre de Kimberly (dos meses).

A ellas se les vio, el pasado jueves, en el desfile con el que se cerró la conmemoración de la Semana de la Lactancia en Palestina (Caldas). Allí se dio en la tarde. En la mañana fue el del corregimiento Arauca (ver recuadro Cada año).

Daniela Hernández, primera Gestora Social de esa localidad, que también es madre lactante de la pequeña Amelia (16 meses), dijo presente en las actividades referidas. Alentó a la comunidad.

Hernández habló sobre la importancia de suministrar este líquido, subrayó que "facilita un crecimiento sostenible y adecuado del niño(a)". Ella, junto a las demás mamás, participó de la dinámica de los siete súper poderes de la lactancia: sostenibilidad, inversión, amor, agilidad mental, salud, inmunidad y fuerza.

Bondades

Paola Cortés, nutricionista adscrita a la Fundación Nutrir, aconsejó -desde ese municipio vecino- amamantar a los bebés desde la primera hora de nacidos: "Se debe hacer sin tiempo y sin reloj y suministrar la leche a libertad, como mínimo, hasta los seis meses de vida".

Esas ideas también las comparte Jenifer Rodríguez Maldonado, enfermera jefe, especialista en lactancia materna del Centro Médico Colsánitas de Soacha (Cundinamarca).

Rodríguez puntualizó: "Son inmensos los beneficios. Y son para el bebé, para la madre, para la familia y su economía (pues no se compra leche de fórmula), para el medioambiente. A través de esta leche, el niño(a) recibe nutrientes que son vitales para la vida fuera del útero".

La enfermera dijo que es la lactancia la que hace los primeros aportes de vitaminas y minerales que repelen las infecciones respiratorias, las enfermedades diarreicas y un sinnúmero de condiciones.

"Eso también influye en su desarrollo cognitivo. Le da más seguridad y refuerza el vínculo materno. La lactancia ayuda a la disminución del peso de la madre, tras el parto; con ello el útero disminuye su tamaño, para terminar con menos volumen del abdomen".

La profesional instó a instituciones públicas y privadas a educar frente a la lactancia materna: "A veces no es fácil, porque no hay espacios dispuestos; y hay madres que no cuentan con todo el tiempo que se debería tener para llevarla a cabo. Se dice que lo ideal es hacerlo hasta los seis meses de vida del bebé, pero muchas regresan de su licencia de maternidad a los cuatro meses y medio y comienzan a interrumpir el proceso".

Diferenciación

Según Rodríguez, un bebé lactado se diferencia del que no recibe este líquido: "El que no, tiene más riesgo de adquirir infecciones respiratorias y de desarrollar alergias. Es que los componentes que trae la leche materna protegen más que una leche artificial".

La enfermera advirtió que los niños que no son lactados de manera natural, tienen un alto riesgo de tener un mal desarrollo los músculos de su boca; los que sí succionan como se debe, ejercitan esa musculatura.

"Acaban teniendo dificultades en la masticación y el lenguaje. Las madres no deben temer, el cuerpo se prepara para la lactancia. Por eso los pezones cambian para la maternidad".

Rodríguez llamó a las gestantes a estar tranquilas, si tienen senos pequeños. Indicó que el organismo se prepara durante nueves meses para que puedan amamantar a sus hijos, sin mayor complicación.

"Independientemente del color, el tamaño, podemos lactar. Para facilitar la tarea, lo que podemos hacer es aportar agua a nuestro organismo y una alimentación balanceada en frutas y verduras. Eso lleva mayores nutrientes al bebé".

La enfermera añadió: "La familia y sobre todo el padre del bebé deben apoyar en la lactancia materna. ¿Cómo? Ayudándola a sostener el bebé, sacando los gases, para que ella pueda descansar. Alimentar no debe ser tarea de ella sola".

Cada año

En la primera semana de agosto, de cada año, la Organización Mundial de la Salud (OMS) acompaña distintas actividades que honran el amamantar a los bebés.

Convencidas

Valentina Loaiza

La leche materna es la primera vacuna y genera anticuerpos y defensas.

María Camila Ortiz

La leche materna fomenta el vínculo madre-hijo; además de eso, nutre al recién nacido.

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