El rey de los impuestos en los municipios es el predial. Fuente importantísima para la generación de recursos propios, que al ser de libre destinación son mano derecha de los gobernantes. Es el tributo que recae sobre la propiedad de bienes inmuebles en zonas urbanas y rurales, y la base para liquidarlo es el avalúo catastral que calcula una autoridad para que el contribuyente pague según valores definidos por los municipios cada año, teniendo en cuenta además el incremento en el IPC.
De allí la importancia de que los municipios cuenten con un sistema catastral renovado, que incluya las modificaciones a las propiedades en un periodo determinado; bien sea en área o por cambio de uso, como es el caso de lotes que son construidos. Hay municipios que a pesar de las recomendaciones técnicas nunca han hecho una actualización catastral porque es un proceso costoso, dispendioso y sus resultados pueden llegar a ser impopulares si representa incrementos; o lo que es peor, habiéndo realizado la actualización, que se liquide mal el predial como sucede en Chinchiná.
Luego de varias semanas en las que muchos ciudadanos hicieron fila en la Alcaldía para reclamar la primera factura del predial del 2025, salieron asustados al ver que les habían hecho aumentos de hasta 700%. La presión y protestas de la comunidad llevaron al alcalde, Carlos Alberto Riveros López, a pedir que hicieran caso omiso de la facturación que su Administración había entregado con inconsistencias. Dijo que fue un error de los ingenieros encargados de la liquidación. Hay casos tan complejos como casas en el estrato 2 que el año pasado cancelaron $159 mil, pero este año recibieron una factura por $460 mil.
Los encargados liquidaron el predial sobre el 100% de la actualización catastral que hizo el IGAC, sin tener en cuenta que el Concejo aprobó el año pasado en la modificación al estatuto tributario que los aumentos por esta actualización deben ser graduales, distribuidos en un periodo de 5 años, comenzando este 2025 con incrementos hasta del 30% si no hubo modificaciones en la propiedad. La Alcaldía debe informar cuántas personas recibieron la factura con inconsistencias para notificarles que no deben cancelarla, y si hay propietarios que pagaron ya el predial, hacer la devolución del dinero o establecer acuerdos con este saldo a su favor.
Se tendrá que establecer qué sucedió con el control interno en la Alcaldía de Chinchiná, cómo es que ningún funcionario de la Secretaría Administrativa y Financiera o de otra relacionada con este proceso se entera de que hay un error garrafal en las facturas del predial emitidas y se permite distribuirlas así a la ciudadanía, que es la que identifica el problema. Será que hay que revisar además el software municipal que se emplea en esta labor. Lo que esté sucediendo debe tener soluciones inmediatas, porque las demoras van minando la buena cultura de pago entre los contribuyentes y la confianza en la Administración. El resultado será la reducción de recursos en las arcas.
