“El adiós a las armas“ (E.H. )
Señor director:
Malditas armas que ignorantes matan
a los seres humanos, seres vivos,
y saber que algunos la idolatran
sin percibir sus daños tan nocivos,
Malditas armas que nacieron muertas
porque no saben el daño que propician
no sabemos si son ciegas o son tuertas
y que a muchos malvados los envician,
Muchos seres sin razón y sin conciencia
creen que las armas son objeto de poder
no alcanzan a percibir que son violencia,
las armas no son para sentirse fuerte
usarlas bien, con ètica, es un deber
su fin no es el dolor, ni causar muerte.
Los seres humanos, creativos, racionales e inteligentes, realizan portentos que se convierten en fenómenos históricos que contribuyen al desarrollo de la humanidad. Pero, quién lo creyera, no todo es bueno. Por ejemplo, ciertos artefactos en manos de una persona sensata cumplen una loable y sana función que contribuyen al bienestar y comodidad, pero en manos de un violento causan con malas intenciones destrucción y muerte.
Bueno, educativo y muy placentero sería que en las familias y en las escuelas que imparten educación, dedicaran un capítulo muy especial para concientizar y educar sobre lo que significan las armas, su buen uso ( si es que existe ) y evitarlas como instrumentos de violencia.
Desde luego, que la economía todo lo permite y todo lo distorsiona con el fin de obtener ganancias lícitas o ilícitas, pero en ùltimas son los seres humanos quienes deciden con base en algo que llamamos libertad. Libertad, no Liberland, como opciòn de elegir lo bueno o lo malo, no importando si se hace bien o daño. “ El fin justifica los medios”. Cuantas muertes y daños se hubieran evitado si no existieran las armas, si no existieran los violentos, las distorsiones y los sofismas como artilugios para aparentar que lo malo es bueno.
Que se acaben las armas, mejor que se acaben los seres humanos violentos que utilizan para sus fines particulares o colectivos muchas cosas inventadas tal vez sin el espíritu de maldad y sí como algo que beneficia a una sociedad que anhela vivir en paz.
Claro que las armas son “la mano derecha“ de los delincuentes para atemorizar, para “ejercer su profesión“, para resolver conflictos que no se resuelven con el dialogo, como debiera de ser, para intimidar, para colocar a las víctimas en indefensión y lograr sus propósitos, para extorsionar, para sentirse màs guapos, para ser superiores.
“Desarmar los espiritus”, ¡Què frase más cajonera! Yo sè que es una frase figurada, pero así y todo, este es un país de armas. Vigilantes armados, policías armados, desfiles exhibiendo armas ¡Qué horror!
Cordialmente,
Elceario de J. Arias Aristizàbal