Se anuncia, por segundo año consecutivo, el “presupuesto más alto en la historia de Manizales”.
Para el 2026 la cifra ronda los 1.46 billones de pesos, con un aumento del 14,1% frente al ya récord del 2025. Este crecimiento, logrado gracias al catastro multipropósito de la Administración anterior, en teoría representa un triunfo para la ciudad. Sin embargo, es un logro que debemos examinar con lupa.
Una señal de alarma la emiten los propios entes de control. El Concejo, la Contraloría y la Personería, entidades que dependen del recaudo municipal, han visto reducidos sus recursos a partir de la mitad de este año. Esta contradicción obliga a un análisis riguroso: ¿Qué ocurrió realmente con el famoso presupuesto récord del 2025? Y, más importante, ¿estamos ante un escenario que se repetirá en el 2026?
Ante este panorama, es necesario destacar cifras específicas que merecen la atención de ciudadanos y medios en el próximo debate.
Me preocupan profundamente dos metas en Educación: una relacionada con la jornada escolar y otra con la calidad educativa. Ambas sufren una disminución presupuestal superior al 80%. Este recorte es alarmante y será un tema central en la discusión.
Por otro lado, un rubro que aparenta ser una gran noticia es el de Economía Circular, específicamente el Programa de Gestión Integral de Residuos Sólidos (PGIRS), que muestra un aumento de más del 400%. De ser ejecutado efectivamente, sería una ganancia invaluable para una ciudad que debe enfrentar urgentemente sus desafíos ambientales.
Pero el ítem más llamativo, y que exige una explicación inmediata, es el destinado al “Fortalecimiento del Centro de Gestión de Movilidad”, con un incremento que supera el 2.000%. Si bien sospechamos que podría estar vinculado a las fotodetecciones, requerimos de la Secretaría de Movilidad una respuesta clara y detallada sobre en qué se invertirán exactamente estos recursos.
Por ello, hemos solicitado a la Administración y a los ponentes del proyecto de presupuesto una apertura real para introducir cambios significativos en programas fundamentales. Si el presupuesto del 2025 se orientó prioritariamente a infraestructura, el del 2026 debe tener un marcado acento social, priorizando áreas como la educación y el medio ambiente.
Por otra parte, queremos precisar la información sobre el programa “52 semanas, 52 eventos”. En primer lugar, solicitamos que se nos informe si este objetivo se logró durante el 2025. Segundo, deseamos conocer de manera concreta cuáles serán los principales eventos previstos para el 2026.
Esperamos que la Administración municipal ya tenga planificados varios de ellos, al menos para el primer semestre, y que pueda indicarnos en qué áreas o sectores Manizales será epicentro de actividades. Además, es importante conocer el presupuesto asignado y las secretarías involucradas en el cumplimiento de esta meta de realizar 52 eventos a lo largo del año 2026.
Finalmente, un tema que no podemos pasar por alto: En las presentaciones oficiales la construcción de la Línea Tres del Cable Aéreo aparece con un 88,76% de ejecución. Cualquier ciudadano que pase por la estación Fátima sabe que no está en funcionamiento. Nuestra pregunta es directa: ¿Para cuándo estará terminada en su totalidad? ¿Qué pasó con el incumplimiento del contratista? Exigimos que estas preguntas, que son de interés para todos los manizaleños, sean respondidas de manera transparente durante el debate del presupuesto 2026.
Las cifras récord pierden su valor si no se traducen en obras concretas y en respuestas claras para la ciudadanía.