Cuando se suponía que los astros se habían alineado y dábamos por hecho que el Aeropuerto del Café sería una realidad, surgieron, aunque siempre están ahí, al acecho, graves indicios de corrupción.

La estrategia, hartamente ensayada: apropiarse de los puestos de poder, acosar mediante el descrédito a funcionarios que pudieran ser un palo en la rueda, hasta hacerlos renunciar, parece estar a punto de dar frutos.

William Pérez, uno de ellos, es el profesional más avezado en el proyecto, desde hace 14 años se ha convertido en algo así como el “guardián de la heredad”; al impedir, en numerosas ocasiones, la manipulación técnica y económica del aeropuerto.

El abogado Fernando Merchán, cuota del representante a la Cámara Santiago Osorio, al percatarse del enorme capital a carga del Patrimonio Autónomo, renunció a la Gerencia de Aerocafé.

El tras de cámaras apunta a que el verdadero motivo de la renuncia es su aspiración a manejar ese dinero como gerente la entidad.

Al saberse inhabilitado, por el perfil eminentemente técnico del cargo, participó activamente en la elaboración de uno nuevo, el cual, desde hoy, lo puede ejercer un abogado como Merchán.

Cuando lo hizo “no tenía ningún interés actual en ocupar ese cargo”, dice en el periódico La Patria. El presidente de la República dio la orden de elegirlo.

La orden no acatada de la Presidencia de la República de elegir a Merchán en una especie de primera vuelta, y el unánime respaldo a Pérez, obligó a la renuncia del director de la Aeronáutica Civil. Laura Sarabia con igual postura, fue removida del comité fiduciario.

Entre ires y venires se sabe que el exgerente de Aerocafé Fernando Merchán tras salir por la puerta de atrás por invencibles cuestionamientos a su gestión, se puso en la tarea de propagar argumentos falsos y poner en duda la idoneidad del ingeniero Pérez, de quien alega no tener la suficiente confianza para ejercer trabajos relacionados con el Aeropuerto, un leguleyo argumentando, como prueba reina, el hecho de que algunas de las objeciones dadas por el ingeniero Pérez no habían sido acatadas por el tribunal de arbitramento en el pleito contra la empresa española OHLA, omitiendo, socarronamente, los ítems en los que gracias a él se pudo resarcir en parte el perjuicio causado por la empresa española y, también, se niega a exhibir los contratos de su gestión, algunos de los cuales, muy seguramente, causarán estragos al patrimonio público. Es el caso de las Zodmes (Zonas para el depósito de materiales sobrantes de excavación).

Libre el escenario, todos a una, a esquilmar el jugoso botín, cerca de un billón de pesos; no se pueden desperdiciar solamente en excavaciones, pavimentos, luminarias, cunetas, hay que encausarlos a los bolsillos políticos.

Y, esta es la hipótesis, alimentar las campañas presidenciales y al Congreso del 2026.

El chantaje, hipotéticamente hablando, consiste en que si no nos “mamamos” a Merchán, su padrino político en el Congreso no votará positivamente los proyectos del presidente ni colaborará en la campaña del 2026, con el riesgo de poner nuevamente en juego el AEROPUERTO DEL CAFÉ.

El 20 de marzo de 2025 Fernando Merchán Ramos fue elegido gerente del Patrimonio Autónomo del Aeropuerto del Café.