Hay una pregunta clave antes de tomar decisiones importantes: ¿Qué haría el amor en esta situación?

Sí, es clave pensar seriamente cómo actuaría el amor a ti mismo, a Dios y a los demás.

Puedes estar absolutamente seguro de que todo marcha bien cuando haces algo con amor.

En este sentido, es sabio lo que dijo con sapiencia San Agustín: “Ama y haz lo que quieras”.

Puedes hablar o callar con amor, ser firme o ser suave, irte o quedarte con amor.

Todo lo que brota de un amor verdadero es puro y noble, hace mucho bien y ningún daño.

Cuando escuchas tu corazón y amas, puedes tener pruebas, pero las superas y avanzas.

Sea cual sea el dolor, tu amor es la respuesta; sea cual sea el problema, el amor es la respuesta.

 

@gonzalogallog