Amar es respetar. No te empecines en cambiar a los otros y valora sus ideas y su enfoque de la vida.
Cada ser es autónomo, y el camino es respetarlo sin juicios, agravios o imposiciones.
Respetas cuando aceptas al otro como diferente, y te adaptas a su modo de ser.
Te ayuda mucho reconocer la dignidad de los demás, y ver a Dios en todos y en ti mismo.
Así no juzgas, porque ves claro que todos somos uno, y cada quien tiene un plan de vida.
Te queda muy claro si lees “El plan de tu alma”. Un excelente libro de Robert Schwartz.
Revisa tu actuar y reflexiona: ¿Respeto a los otros o pretendo cambiarlos? ¿Los acepto como son?
¿Veo a Dios en ellos? Amate, ama y cultiva un respeto amoroso en tus relaciones.
@gonzalogallog