La maravillosa y sorprendente naturaleza es pródiga en lecciones de tantos valores que nos dan ímpetus para dar lo mejor.
Basta pensar en la fuerza escondida de las semillas. Allí bajo tierra son fieles a un hermoso proceso en el que mueren para crear vida.
La semilla se parte y, de modo milagroso, da origen a un precioso arbusto o a un árbol gigantesco y poderoso. Es un lindo milagro.
Las semillas te hablan: “Cree y, si sabes esperar y perseverar, verás que hay muchos imposibles que un día se hacen posibles”.
En la prodigiosa naturaleza vemos como el oleaje va esculpiendo los arrecifes y, paso a paso, convierte en arena a las duras rocas.
La vida se abre camino en la pequeña planta que crece en una grieta entre dos ladrillos porque allí el viento depositó una semilla.
Observa bien, por doquier hallas valiosas lecciones de constancia y paciencia. Todo en la vida es fruto de procesos que piden saber esperar y no rendirse.
Ámate, ama y recuerda que todo triunfador sabe perder, aprende de sus errores y persevera en su intento, pase lo que pase. ¡Ama y confía!
@gonzalogallog