En la conducta humana debes estar alerta para detectar si te engañas con “ganancias secundarias”.
Te amas poco y crees que estás ganando, pero la verdad es que estás perdiendo.
Tu pareja te traiciona y, para tapar eso te invita a un paseo en la playa que tú aceptas.
Alguien que no te paga una deuda te regala un anillo, y tú te pones feliz con eso.
Ante la grave ofensa de un pariente usas la rabia para controlarlo y sentir que tienes poder.
Tu pareja te agrede, y tú te sientes contento porque te invita a una cena y a bailar.
Ojo. Sé bien consciente de que estás perdiendo cuando piensas que estás ganando.
Es común ver a personas que asumen el rol de víctimas, y tienen que elevar su amor propio.

@gonzalogallog