Tennessee fue el primer estado que aprobó una ley que prohibía al profesorado hablar de la evolución.
La Ley Butler, de 1925, prohibía “enseñar teorías que niegan la Creación Divina del hombre según la Biblia”.
John T. Scopes, un educador de 24 años, decidió ir contra la ley para hacer cambios.
A favor de la ley y de condenarlo, estuvo William Jennings Bryan, representando al Estado.
Era abogado y político famoso, con fe religiosa conservadora y lectura fundamentalista de La Biblia.
El defensor fue Clarence Darrow, el abogado más famoso de la época. Defendía la libertad y representó a Scopes gratis.Clarence ganó, pero la ley solo fue derogada 42 años después, en 1967. Millones aún son fundamentalistas.
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