Si tu corazón te dice que es la hora de ponerle fin a una relación, escúchalo y confía en que todo estará bien.

Es vital que cierres el ciclo totalmente, porque solo así podrás abrir bien otro.

Mientras conserves un vínculo, regalos o comunicación, el ciclo sigue abierto. Puede que, pasado un buen y tiempo, quien fue tu pareja sea un amigo, pero mucho después, ojalá cuando ambos tengan una nueva pareja.

Si no lo cierras en verdad del todo, tu energía vital baja, la vida no fluye y sufres.

Todo apego desnuda un amor propio bien precario.

Habla de autoamor, no de autoestima, la estima es débil, sin poder.

La ley espiritual es esta: “A más aferramiento, más sufrimiento; con desapego hay libertad”.

¡Ámate y ama! Ánimo; libera, cierra, clausura, despréndete, suelta. La vida sólo fluye en el instante, en el ahora, el ahora, el ahora.

Carpe diem en latín es aprovecha el instante. Muy sabio.

 

@gonzalogag