Fernando-Alonso Ramírez

Periodista y abogado, con 30 años de experiencia en La Patria, donde se desempeña como editor de Noticias. Presidió el Consejo Directivo de la Fundación para la Libertad de Prensa en Colombia (Flip). Profesor universitario. Autor del libro Cogito, ergo ¡Pum!

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Octavio Hernández Jiménez es un relator de los acontecimientos cotidianos. Libros suyos como La explotación del volcán (1991), De supersticiones y otras yerbas (1996), El paladar de los caldenses (2000), Los ídolos del Hogar; del mito y la leyenda en Caldas (2016) dan cuenta de ello.

También los miles de alumnos que acumuló en la Universidad de Caldas, donde más que un profesor, cuentan sus estudiantes, era un prestidigitador de la palabra, un encantador con el conocimiento. Sus aulas se llenaban para aventurarse en el mundo del relato.

El año pasado publicó Coronavirus en Caldas, con el auspicio de la Secretaría Departamental de Cultura. Una obra que hace un recuento casi día a día de lo que fue la pandemia que paralizó el mundo. Para su reconstrucción, además de su capacidad narrativa se apoya en los medios de comunicación de la época y de lo que se daba cuenta en estos de lo que acontecía.

El ensayo es un género que le calza muy bien a este investigador, escritor y mecenas de artistas. Ya lo escribía a comienzos del siglo Roberto Vélez Correa, que Hernández era uno de los ensayistas más importantes de nuestro territorio. Lo destacaba como uno de quienes aprovecharon las páginas de Fabularia, una separata mensual de La Patria, para difundir sus pensamientos,

La obra de Octavio Hernández, miembro de la Academia de Historia de Caldas, se sale de los cánones tradicionales, normativos, académicos, para privilegiar la narración. Aunque se trate de ensayos como este, la musicalidad de sus escritos está mucho más cerca del cronista que del historiador, sin quitarle rigor.

En el 2017, al referirme a Los ídolos del Hogar, describí su trabajo en los términos que siguen y en los que me ratifico: “Si los mexicanos encontraron en Carlos Monsiváis el filósofo de su realidad, el verdadero intérprete de sus fenómenos, los caldenses podemos dejar en manos de Hernández esa misma responsabilidad. No se trata de un simple compilador de historias, sino de un analista de las cosas, de un estudioso que va al origen y les da forma, consistencia, carácter“.

De alguna manera, en este reciente trabajo sobre el Covid y por su interés por dar datos fidedignos, por contarnos la cifra cada tanto, en alguno de los picos de la pandemia locales, se pierde por momentos esa musicalidad que le destaco de sus escritos.

Bien pudo haber acudido a infografías o a tablas para que fuera más fácil visualizar esos datos, algo en lo que la Secretaría de Cultura pudo aportar al escoger este texto para publicarlo, pero ya sabemos que esa entidad no busca mejorar los escritos de quienes publica, sino decir que apoya la cultura, evadiendo toda responsabilidad, incluso el pago de derechos a los autores.

No obstante, ahí están las cifras del Covid, municipio por municipio, departamento por departamento y del país. De los momentos más difíciles y de los esperanzadores, y por eso Coronavirus en Caldas se convierte en un documento significativo de esos años que nos recordaron lo vulnerables que somos como humanidad y de los que muchos aún no nos reponemos por las pérdidas que tuvimos o de las que fuimos testigos.

 

Subrayados

  1. En los tres primeros meses de la pandemia reinó la confusión.

  2. Las circunstancias obligaron a que mucha gente dejara de lado las nostalgias.

  3. Desde siempre, Tánatos (la muerte) ha hecho sus cosas de acuerdo con un orden sigiloso.

  4. Estábamos procesando un duelo cuando llegaba otra ausencia más inesperada.

  5. En el transcurso de un año no todo fue desolación y muerte. Colombia progresó en aspectos como el avance de las investigaciones en salud, la dotación hospitalaria…

 

Foto | LA PATRIA

Coronavirus en Caldas, el más reciente libro publicado por Octavio Hernández.

Coronavirus en Caldas (Octavio Hernández)