Desde hace algunos años me resulta inevitable mirar con lupa las agendas de distintos tipos de eventos y contar cabezas de mujeres, evaluando si hay equidad en la participación femenina en diversos procesos de la sociedad. Y aunque hemos ido ganando terreno en varias áreas, aún hay un largo camino por recorrer.
Recientemente me viene rompiendo la cabeza la evidencia de la baja inscripción de las mujeres en algunas convocatorias de consecución de conferencistas que hacemos en IAB Colombia; en temas relacionados con marketing y publicidad digital, así como las tecnologías asociadas. Esto pese a que el sector del mercadeo goza de una importante representación femenina.
Queriendo entender la causa he tenido conversaciones al respecto con colegas del mundo digital, psicólogos, y otras mujeres que ejercen sus profesiones en otros campos. Hoy les comparto estas reflexiones, buscando llegar a acciones que nos ayuden a visibilizar más a las mujeres en sus diferentes roles, y seguir cerrando brechas. Porque si bien hay profesiones con más hombres y otras con más mujeres, así como estructuras cerebrales distintas en unos y otros, y por ende comportamientos propios de cada género. La realidad es que aún no hay equidad en ‘muchas fotos’.
Si bien nunca se puede generalizar, porque hay asuntos propios de cada mujer, incluso de cada cultura, sí hay factores comunes en muchos casos. El doctor en psicología Efrén Martínez, recientemente en el episodio ‘¿Qué necesitan las mujeres?’ (https://cutt.ly/deF6Oo7w), de su podcast Ad Propositum, reveló los resultados de un estudio aplicado a más de 43.000 mujeres latinas; y entre los factores comunes, encontró que la herida o el dolor del que más sufrimos es el de la insuficiencia, nos aterra no ser suficientes para X, Y o Z,  por ese motivo le huimos a la amenaza de la desaprobación (así no sea real); y por ende la estrategia con la que nos blindamos, es con la del control y la perfección, buscando agradar y evitando a toda costa ser desaprobadas; con una ventaja, esto nos lleva siempre a prepararnos mejor. 
Estas conclusiones del experto, le dan mucho sentido a la baja participación femenina en los espacios que he evidenciado, porque además pienso que se une con un demonio que nos ha aquejado a muchas, y me incluyo, el síndrome del impostor; ese sentimiento de falta de autoestima que lleva a dudar del potencial propio, y a sentir estar engañando a los otros.
Sin embargo hay otros factores que deben considerarse, y que abordaré en mi siguiente columna, así como las acciones que debemos emprender en aras de la tan anhelada equidad.
Termino esta columna agradeciendo a ustedes, mis lectores, y de estos, a quienes participaron en el Panel de Opinión de Cifras & Conceptos, ubicándome como la quinta columnista más leída en Caldas. Qué honor estar en esta posición después de 4 años y 3 meses de escribir esta columna con mucha pasión. Gracias a LA PATRIA por este espacio, y a ustedes gracias por leerme. ¡Quedo con una responsabilidad muy grande!