No importa que los dos términos tengan su origen en el número ‘ciento’, ‘centenar’ y ‘centuria’ son muy diferentes, por lo que no deben emplearse el uno por el otro, como inexplicablemente lo hizo el columnista de El Tiempo Diego Santos en esta oración, en la que utilizó el segundo por el primero: “Hace un par de semanas sobrepasamos la centuria de candidatos a la presidencia de la República” (15/9/2025). Evidentemente, lo correcto es “...sobrepasamos el centenar de candidatos...”, porque ‘centuria’ (del latín ‘centuria-æ’) es un período de cien años (un siglo), y, entre los romanos, una unidad del ejército compuesta por cien soldados al mando de un ‘centurión’. Y ‘centenar’ (‘centena’) es un conjunto de cien unidades, personas o cosas, en este caso, de candidatos, lista en la que sólo faltamos usted y yo.
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El ‘Grande Matecaña’ es el sobrenombre del Deportivo Pereira, y un titular de El Tiempo dice así: “Un grande nubarrón” (Editorial 1, 20/9/2025). Ambos equivocados, porque cuando el adjetivo ‘grande’ antecede inmediatamente al sustantivo que califica toma su forma apocopada, ‘gran’: el ‘Gran Matecaña’ y ‘un gran nubarrón’. No se aplica esta norma cuando el adjetivo ‘grande’ está modificado por los adverbios de cantidad ‘más’ y ‘menos’, por ejemplo, ‘éste es el más grande edificio de la ciudad’. Ésta es la norma actual, a pesar de lo que enseñaron algunos gramáticos, como don Andrés Bello, que afirma: “Antes de vocal se dice comúnmente ‘grande’, y antes de consonante, ‘gran’, ´grande edificio’, ‘gran templo’” (Gramática de la lengua castellana, 167). Hay que tener en cuenta también que la apócope se puede usar o no cuando el adjetivo antecede a otro adjetivo y está coordinado con él, verbigracia, ‘un gran (grande) e infranqueable atranco se presenta en la vía al Llano’.
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La locución ‘entre más’, a pesar de su extendido uso, es no sólo cacofónica, sino también gramaticalmente incorrecta. En su artículo para El Tiempo, el original columnista Adolfo Zableh Durán la empleó dos veces en las siguientes frases: “...entre más agresivos, radicales e ignorantes seamos, más orgullosos estamos de ello...”. “Entre más tenemos, más vacíos nos sentimos...” (20/9/2025). Y es gramaticalmente incorrecta, porque el oficio de las preposiciones –y ‘entre’ es una de ellas– es introducir los complementos circunstanciales, no el de modificar adverbios, oficio exclusivo de los mismos adverbios –que modifican también verbos y adjetivos–, por lo que esa preposición debe ser reemplazada por el adverbio ‘cuanto’ o con el también adverbio ‘mientras’, con el que la frase se considera coloquial, por lo cual es preferible ‘cuanto’ en el lenguaje literario: “...cuanto (mientras) más agresivos...” y “Cuanto (mientras) más tenemos...”.
Nota: cuando ‘tanto’ es adjetivo, debe concordar con el sustantivo correspondiente, por ejemplo, ‘cuantas más veces se le objeta, más se aferra a su parecer’.
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‘Porque’ (conjunción causal), ‘porqué’ (‘el’, sustantivo -‘la causa o la razón’-), ‘¿por qué?’ (locución interrogativa explícita), ‘por qué’ (locución interrogativa implícita o razón de algo) y ‘por que’ (locución conjuntiva, que puede ser sustituida por ‘para que’) son las variantes tomadas de esas seis letras, y que deben ser empleadas de acuerdo con su oficio en la oración, no de cualquier manera, como se ve en el Trino del día: “Al final, nadie tiene porque sugerirnos hacer una cosa o la otra” (LA PATRIA, Alejandra Marín, 21/9/2025). “Nadie tiene por qué sugerirnos...”, castizamente, vale decir, ‘no hay razón algún que justifique la injerencia de extraños en la conducta de las mujeres.