La tragedia ocurrió en uno de los Parques Nacionales más completos y bellos de Colombia, el Parque Tuparro, ubicado en el sur del departamento del Vichada, frontera con Venezuela. El río Orinoco, esplendoroso río, lo atraviesa. Ya contamos cómo al mejor estilo de la selva o del Oeste los indígenas venezolanos mataron a uno de nuestros guardaparques. Yo lo admiraba. Era un hombre sencillo, enamorado de su trabajo y de las augustas soledades del Parque.

Juntaba sus días de vacación, no para regresar a su tierra natal dentro de Colombia sino para instalarse en uno de los extensos arenales amarillos que se forman en el río Tomo en la época del verano. Allí montaba su cambuche, se bañaba en el río, pescaba y vivía con su pareja, una indígena colombiana. Le hacía el amor a su amada y a la inmensidad.

¡Cómo son las cosas! Cuando visité por primera vez el Parque Tuparro, en el año 1978, tenía más de 40 funcionarios. Hoy no llegan a 10. El nombre oficial era Territorio Faunístico, nombre que se ha cambiado por el de Parque Tuparro. Allí he vivido yo, en otras épocas, varias por cierto, momentos de profunda emoción telúrica con la soledad, la selva, los ríos, los bosques y las ilímites sabanas. Lo mío no es la pesca, pero sé de muchos manizaleños que iban al Orinoco y a Puerto Carreño, quizás todavía vayan, a pescar. El río es rico en pesca y allí se logran grandes piezas.

En el Parque se contabilizan 74 mamíferos, 112 aves, 17 reptiles, entre ellos las grandes anacondas y tortugas, y 26 especies de peces. El pez más codiciado del Orinoco y sus afluentes es el pavón, de carne muy deliciosa. Algunos llegan a pesar 35 kilos. Otro pez típico del Orinoco y su cuenca es la payara, de carne deliciosa y que es el causante de tragedias entre los pescadores, porque tiene dos poderosos colmillos frontales. Al sacar el pez del anzuelo más de un pescador ha visto perforada su mano por los poderosos colmillos del animal.

El Parque lleva el nombre de uno de sus afluentes, el Tuparro, que igual que los otros afluentes del Orinoco viene del interior de las sabanas. En su cauce se contabilizan 42 lagunas. Es un río de aguas azules y de especial belleza y desemboca en el Orinoco frente a la isla Guahibos o Carestía, cerca del mítico raudal de Maipures. Cerca de la desembocadura enterrada en la arena se encuentra una de las barcas que utilizaba el coronel Tomás Funes, funesto personaje nombrado en La Vorágine y que fue asesinado en el pueblo venezolano de San Fernando de Atabapo en 1921 y que está allí mismo enterrado. En otros relatos conté cómo yo redescubrí su tumba perdida entre la maleza.

El Orinoco recibe además los ríos Tuparrito y Tomo dentro del Parque Tuparro. El Tomo es un largo río de curso meándrico, que nace en el Meta y recorre todo el corazón del Llano hasta entregar sus aguas al Orinoco por su margen izquierda.