El derecho y las leyes
Señor director:
En el nacimiento del Estado se llegó a aplicar conceptos como los manejados por la Ley del Talión donde se imponía el ojo por ojo y el diente por diente como castigo y respuesta a los perjuicios que una persona sufría. Dicha operatividad entre los clanes daba así una tímida y frívola justicia.
Si se hace un retrospectivo detalle acerca del comportamiento animal, se podía apreciar lo que era justicia, pues se dan instintos como el gregario, el de conservación y tantos otros en los que se demostraba la conducta de un ser de cierto grado de sociabilidad que actúa instintivamente conservando el equilibrio del medio ambiente que lo rodea, con sus congéneres y con el mismo hombre, buscando ayuda, protección y convivencia, pero regulados por el orden o equilibrio.
El animal caza en pro de su subsistencia, no así el hombre que se ha convertido en el principal depredador del universo, por tal razón es preciso luchar por rescatar el respeto por el medio en que habitamos y perseverar el sentido de pertenencia. La justicia enmarca el verdadero sentido de la vida dentro de los parámetros de la libertad, la cual en ningún momento debe lacerar la individualidad de nuestros semejantes y, al contrario, debe enriquecer y motivar. El Derecho crea la sociedad privada, el deber individual que consiste en la forma como puede conducir o enfocar el deber social. En la Ley, la limitación del hombre que se patentiza en decretos, ordenanzas, códigos, acuerdos reglamentarios que crean la búsqueda del bien para la colectividad, que en el pensamiento Aristotélico consiste en buscar el bien de la comunidad.
Álvaro Alzate Ussma

Maravillado con restauración
Señor director:
Pasé por la avenida Santander y me detuve a mirar la obra de restauración que se adelanta allí y le confieso que estoy maravillado. Por lo menos la fachada que da a la avenida muestra unas características de reparación que le dicen a uno que esa antigua construcción va a quedar como quiere Manizales, nuestra bella capital. Ojalá, Dios quiera, le den la destinación precisa y podamos más adelante deleitarnos con un complejo cultural como todos nos merecemos. Felicitaciones para los autores de la obra y que pronto la veamos concluida.
Bernardo Molina M.