Licores tradicionales como aguardiente y ron podrían encarecerse hasta en un 40% si se aprueba la reforma tributaria.

Foto | Archivo | LA PATRIA

Licores tradicionales como aguardiente y ron podrían encarecerse hasta en un 40% si se aprueba la reforma tributaria.

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Las principales empresas licoreras de Colombia hicieron pública este martes (21 de octubre) una declaración conjunta en la que expresan su rechazo al aumento del 40% en la carga fiscal para las bebidas alcohólicas destiladas, contemplado en la reforma tributaria propuesta por el Gobierno nacional.

La declaración, firmada por organizaciones como la Fábrica de Licores de Antioquia, la Industria Licorera de Caldas, Diageo y Pernod Ricard, entre otras, fue dirigida al Congreso de la República, al Gobierno y a la opinión pública, enfatizando los impactos negativos que podría acarrear esta medida sobre la legalidad, el empleo y la cultura del país.

 

“No es solo licor, es empleo y cultura”

Los firmantes afirman que el consumo de aguardiente, ron o whisky no solo es parte de la idiosincrasia nacional, sino que representa un motor económico clave: el sector licorero aporta el 1,5% del PIB y sostiene más de 200 mil empleos en todo el país, desde la agricultura hasta el turismo y el entretenimiento.

Uno de los principales argumentos del Gobierno para el aumento impositivo es el enfoque en la salud pública, bajo la premisa de reducir el consumo de alcohol. Sin embargo, las empresas licoreras cuestionan la efectividad de esta vía y sostienen que el impacto será contrario al deseado.

 

Riesgo de más ilegalidad y menos salud

El comunicado advierte que el licor ilegal ya representa el 22,4% del consumo en Colombia y, con el aumento de impuestos, esa cifra podría llegar al 50%. “Encarecer el trago legal no disminuye el consumo, lo traslada a canales ilícitos que ponen en riesgo la salud de los consumidores”, argumentan.

Además, se resalta que la medida tributaria es selectiva, al enfocarse solo en los destilados, excluyendo otras categorías de alcohol, lo que genera una desventaja para el sector formal. Esta selectividad, dicen, castiga la legalidad y no contribuye al objetivo sanitario.

 

Impacto en salud, educación y finanzas públicas

El comunicado recuerda que la industria licorera transfiere anualmente 3,9 billones de pesos al Estado, una suma que financia el salario de más de 230 mil docentes y enfermeras. Cualquier reducción en esos aportes, alertan, podría afectar el funcionamiento de los sistemas de salud y educación en los departamentos.

 

Un sector unido, sin marcas

La carta fue firmada por las principales licoreras departamentales: Antioquia, Caldas, Cundinamarca, Valle, Tolima, Boyacá, Cauca, Meta y Nariño, además de las multinacionales Diageo, Pernod Ricard, Brown Forman y Global Wine and Spirits. También respaldaron la Asociación Colombiana de Industrias Licoreras (ACIL) y Prolicores.

“Hoy no hay marcas. Hay un país unido por la legalidad, el empleo, la cultura y la vida de los colombianos”, concluye el documento, que autoriza su reproducción y difusión.

 


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