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El 23 de febrero del 2022, a las 4:00 p.m., un derrumbe originado, presuntamente, por saturación de aguas en una ladera (predio privado entre los barrios La Castellana y la parte alta de Centenario) dejó tres personas muertas: Lina Constanza Delgado Ocampo, de 42 años; José Duverney Quintero Ledesma, de 77 años y su nieta Ana Sofía Palacio Quintero, de 7 años.
MARTHA LUCÍA GÓMEZ
LA PATRIA | MANIZALES
"Queremos es obras en la parte superior de la ladera donde hubo el deslizamiento, y obras no vemos". La frase es de Francisco Pineda Giraldo, habitante del barrio Centenario donde hace un año ocurrió una tragedia que dejó tres muertos y dos casas destruidas (ver imágenes de lo ocurrido).
Agrega que aunque la Alcaldía en este tiempo removió la tierra que tenía la ladera que se derrumbó, habilitó la carrera 31 e hizo dos muros de contención en donde desaparecieron las casas, la ladera sigue tapada con unos plásticos que no son garantía para Centenario y La Castellana, barrio sobre la cima.
"Los tiempos que ha tomado la Alcaldía para superar la emergencia, para remover los escombros y habilitar la vía han sido muy largos. Quisiéramos tener claro si ya hay licitaciones publicadas o están iniciando el proceso de contratación para ejecutar las obras. Nos quedamos aterrados con las cifras de lo que se han gastado en estudios y otras cosas", sostiene Pineda.
Que mitiguen el riesgo
Pineda considera que la Alcaldía es indiferente: "que deje de pensar en hacer obras que nunca termina y se dedique a cosas como esta del barrio Centenario, que de verdad amerita tratamiento prioritario".
Tulia Carmona, cuya familia es dueña de una casa en Centenario, comenta que la semana pasada solicitaron ayuda a la Personería para conocer los resultados de los estudios que la Alcaldía y Aguas de Manizales contratron el año pasado para saber qué se debe hacer en la ladera, además del alcance de los contratos que ya se ejecutaron y los que hay por ejecutar. "Quedamos en que el 14 de marzo habrá una reunión para tener respuestas. Un plástico no es una solución para mitigar el riesgo".
En Centenario atribuyen esta tragedia a un tubo de agua de 6 pulgadas que se rompió y ocasionó fuga continua desde ese día a tempranas horas hasta el momento del derrumbe.
Ese día de la tragedia 8 personas fueron hospitalizadas, 2 viviendas quedaron destruidas y otras 14 casas más afectadas. 23 familias damnificadas para unas 90 personas evacuadas.
En proceso contractual
Alexa Morales, jefe de la Unidad de Gestión del Riesgo (UGR) de Manizales, señala que el año pasado ejecutaron lo que más les solicitó la comunidad: recuperar la movilidad de la carrera 31 por donde pasó el derrumbe.
Construyeron dos muros de contención en la parte baja, retiraron el material sobre la ladera, hicieron drenes para disminuir el agua que recoge la ladera, abrieron la vía, reconstruyeron el andén, e instalaron una baranda. Las inversiones fueron de $240 millones 198 mil 208.
Informa que la UGR con la Secretaría de Obras Públicas y Aguas de Manizales ejecutarán las obras definitivas, basadas en los estudios y diseños. "La UGR hará un muro de contención en la parte superior del talud detrás del barrio La Castellana (carrera 30A) y para dar estabilidad se harán anclajes activos. La Secretaría de Obras hará reposición de la vía y Aguas de Manizales canalizará las tuberías de acueducto y alcantarillado que se tienen superficiales".
Dice que están en la fase precontractual, elaborando los documentos para remitirlos a la Secretaría Jurídica y allí los radiquen en el Secop para buscar proponentes. "Las obras cuestan unos $3 mil millones en los tres frentes. La Alcaldía tiene los recursos asegurados por un crédito que aprobó el Concejo el año pasado. Hay que tener en cuenta que se deben actualizar precios a los incrementos de este año. Estimamos que las obras finalizarán al terminar este 2023, más o menos en mayo estaríamos conociendo quién se gana el proceso, porque nos tenemos que acoger a los tiempos de ley".
Afirma que conocen las inquietudes de la comunidad, pero sostiene que la ladera se encuentra protegida por plásticos para que no absorba humedad y en los monitoreos no observan reactivación del derrumbe.