
Fotos | Freddy Arango | LA PATRIA
En Cristo Rey (Manizales) despidieron en medio de pólvora, humo verde y blanco, licor y música a 'Chamizo', un hombre que trabajó durante 40 años en las floristerías del sector y que falleció este 14 de marzo por un infarto.
LA PATRIA | Manizales
En la esquina de la floristería donde Carlos Arias pasó los últimos 40 años, el aroma de las flores se mezcló con el humo de la pólvora y el ron derramado en su ataúd. No hubo silencio en su despedida. 'Chamizo', como lo conocían en la cuadra, se fue como vivió, entre el bullicio de su gente y el verde de su equipo amado, Atlético Nacional.
Foto | Cortesía | LA PATRIA
La familia Arias es conocida en el sector como 'Los Chamizos'. En la foto, Carlos (atrás) acompaña a cinco de sus hijos.
Este jueves (13 de marzo), a las 7:00 a. m., el hombre de 62 años se preparaba para otro día de trabajo en el sector de Cristo Rey, en Manizales. Como siempre lo hacía, se compró un tinto, encendió un cigarrillo y saludó a sus compañeros de la cuadra. Sin embargo, un dolor fulminante en el pecho lo hizo tambalear.
Sus amigos intentaron reanimarlo con alcohol y no lo lograron. Un cliente les prestó el carro para llevarlo rápidamente al Hospital de Caldas, pero llegó ya sin signos vitales.
Tras su muerte, esta cuadra llamada avenida de Las Araucarias, que tradicionalmente ha acompañado el duelo de los manizaleños con los arreglos florales que llevan a las funerarias, también se vistió de luto. En la tarde de este viernes (14 de marzo), los trabajadores colgaron listones morados en sus negocios y llenaron la calle de coronas fúnebres para despedir a su querido 'Caliche'.
'Chamizo', legado para las floristerías de Cristo Rey
Carlos Arias vivía en el barrio La Pradera, en Villamaría (Caldas), pero llevaba por lo menos cuatro décadas en el negocio de las flores. Sus hijos crecieron acompañándolo en su trabajo y dos de ellos siguieron su legado. No obstante, en Cristo Rey, él también era un padre para muchos.
Luz Adriana Galvis, trabajadora de una de las 20 floristerías de la cuadra, lo describe con cariño: "Era cansoncito, pero sabía hasta dónde ir con sus recochas. Nunca se sobrepasó con nadie. Un gran señor. Todos lo queríamos".
Su hija, Lina Arias, aún en shock, recuerda que su padre "no estaba enfermo ni nada". Su muerte fue rápida, sin aviso. Así quería irse, dicen sus amigos, de un solo golpe, sin sufrimiento.
Después de las exequias de Carlos Arias, en la parroquia de Cristo Rey, cientos de personas acompañaron su homenaje en la avenida Las Araucarias.
Para Luz Dary Mejía, quien trabajó con él en las floristerías La Ocasión y Acuarela, Carlos era el alma del sector: "Trabajaba conmigo y con Edilberto Betancur. Era como un hermano, un papá para todos. Siempre servicial, siempre presente, era muy inquieto para ayudarnos a todos".
Alejandra Betancur, otra compañera, dice que conocía a Carlos desde que nació. Su mamá tenía un local, donde lo conoció a él, y se lo heredó. Intentó auxiliarlo cuando le dio el infarto: "Todo pasó muy temprano, él estaba bien, pero pasó lo que tenía que pasar. Fue a comprarse un café, charló conmigo y de repente sintió el dolor. Fue cuestión de minutos".
El apodo de 'Chamizo', según Alejandra, nació de su dedicación y compromiso por el sector de Cristo Rey. "Para mí es como si sus brazos fueran las ramas de un árbol que se iban extendiendo. Ese fue el legado que él dejó acá, porque sus hijos se dedican a lo mismo".
Foto | Cortesía | LA PATRIA
Carlos Arias (izq.) tenía 62 años. Fue velado en la funeraria Capillas de La Fe y sus restos fueron cremados.
Un adiós verdolaga para 'Caliche', un hincha fiel
Si algo unía a 'Chamizo' con su otra familia, la del fútbol, era su pasión por Atlético Nacional. Era hincha a morir y su despedida lo dejó claro.
Vestía su camiseta verdolaga hasta dentro del ataúd. Sus amigos de la barra lo lloraron con pólvora, humo verde, música y licor. "Caliche, vamos a brindar con vos", decían mientras derramaban ron sobre su ataúd.
El último adiós de Carlos fue como si estuviera en la tribuna, alentando a su amado Nacional: entre humo verde y blanco, con cánticos y acompañado por sus amigos aficionados.
No fue un entierro común. Fue una fiesta de despedida, un homenaje ruidoso, lleno de emoción y nostalgia. "A él le gustaba la algarabía, la bulla, el trago, bailar, la recocha… él era un cucho joven", recuerda Alejandra.
Antes de ser llevado al crematorio, 'Caliche' recibió una serenata de mariachis, en medio del llanto de cientos de personas. Un último tributo a quien siempre estuvo ahí para los demás.
En el sector de Cristo Rey, su ausencia pesa. El andén donde solía sentarse, el puesto donde arreglaba ramos, el tinto de la mañana... Todo sigue ahí, pero sin él.
Carlos Arias se fue como vivió: con su gente, con su equipo, con su alegría. Pese a que ya no está, su recuerdo florece.
"Chamizo, ¿por qué te fuiste y nos dejaste solos?", gritaban en medio de la multitud los más allegados a Carlos Arias, cuyo cuerpo yacía en un ataúd, en la cuadra de las floristerías, que fue su lugar de trabajo por 40 años.
Haga clic aquí y encuentre más información de LA PATRIA.
Síganos en Facebook, Instagram, YouTube, X, Spotify, TikTok y nuestro canal de WhatsApp, para que reciba noticias de última hora y más contenidos.