Ganadores Nobel Medicina

 

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Los investigadores estadounidenses Mary Brunkow y Fred Ramsdell y el japonés Shimon Sakaguchi han coincidido en que concediéndoles el premio Nobel de Medicina por sus descubrimientos del sistema inmune. 

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Los investigadores estadounidenses Mary Brunkow y Fred Ramsdell y el japonés Shimon Sakaguchi han coincidido en que concediéndoles el premio Nobel de Medicina por sus descubrimientos del sistema inmune se ha reconocido el impacto de la ciencia básica para el avance de la sociedad, sí como la necesidad de financiarla.

“Este premio nos da la oportunidad de decirle a los gobiernos lo importante que es financiar la ciencia básica como la que hemos hecho nosotros. De explicarle a la gente por qué hay que hacer este tipo de investigación, sobre todo a los jóvenes”, subrayó  Sakaguchi.

La historia de cómo los tres investigadores compusieron el puzzle de cómo se regula el sistema inmune para evitar que el cuerpo que se ataque a sí mismo ejemplifica muy bien la ciencia base de la que parten grandes avances.

En este caso, tratamientos que salvan millones de vidas del cáncer, hacen exitosos los trasplantes o combaten las enfermedades autoinmunes.

"Lograr avances en ciencia básica requiere de muchos años, de inversión sin saber a priori cual será el retorno, de mucho tiempo y de mucha colaboración. Pero sin eso no tendríamos grandes avances como los que se han desarrollado a raíz de nuestros descubrimientos", dijo Ramsdell.

Sakaguchi inició experimentos en la década de 1980 que no dieron frutos significativos hasta 1995. Hasta entonces se pensaba que la tolerancia inmunitaria se desarrollaba sólo mediante la eliminación de células dañinas en el timo, en un proceso centralizado en ese órgano del sistema inmune.

"Abrumados" por el impacto

El japonés logró demostrar que el sistema inmune es mucho más complejo y describió las células T, hasta ahora desconocidas, que protegen al organismo de las enfermedades autoinmunes.

Mary Brunkow y Fred Ramsdell continuaron esa investigación a finales de los 90. En 2001 identificaron un gen en ratones conocido como FOXP3, que también existe en humanos, cuyo papel consiste en ‘apagar’ otras células inmunes para prevenir daños.

"Sin el trabajo y la persistencia de Sakaguchi hubiera sido muy complicado defender nuestro trabajo", destacó Brunkow.

Los tres científicos han confesado sentirse "abrumados" por el enorme impacto en términos de tratamientos médicos que han tenido sus hallazgos, de los que hoy parten más de 200 ensayos clínicos en curso.

Por los años que requiere, por su rentabilidad no asegurada y por su enorme aportación a los avances médicos, Ramsdell indicó que "lo lógico es que la investigación básica la financien los gobiernos y las organizaciones sin ánimo de lucro".

Preguntado sobre la falta de puesta actual del Gobierno estadounidense a este tipo de investigación, Ramsdell señaló que "estamos en un momento complicado para la ciencia básica, ha habido otros antes pero este es muy peculiar".

"Pero ante lo que está pasando en Estados Unidos, los científicos no tenemos otra más que comunicar la importancia de lo que hacemos para el avance de la sociedad y de la economía. A pesar de todo, yo soy optimista, la ciencia básica sobrevivirá", agregó.

Los tres científicos comparten un premio, dotado de 11 millones de coronas suecas (casi un millón de euros, algo más de un millón de dólares), que les será entregado en una ceremonia el 10 de diciembre.


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