LA PATRIA | MANIZALES

Los turcos se están comiendo las uñas: el 28 de mayo se decidirá la dirección que tomará su país para los próximos cinco años, pues la primera vuelta de las elecciones presidenciales del 14 del mismo mes no vio a ningún candidato conseguir la mayoría de votos. No obstante, Erdoğan sí fue el candidato más votado, y su coalición obtuvo una mayoría de escaños en las elecciones parlamentarias que se celebraron simultáneamente con las presidenciales. En la segunda vuelta de estas últimas, el actual presidente enfrentará al segundo candidato más popular, Kemal Kılıçdaroğlu.

Para sorpresa de muchos, ni los más de 50 mil muertos por el terremoto del pasado 6 de febrero (muchos de los cuales se atribuyen a la mala gestión gubernamental), ni la inflación disparada pudieron sellar el destino de Erdoğan. Múltiples factores pueden explicar la resiliencia del presidente en la opinión pública.

Foto | Tomada de bta.bg | LA PATRIA

Kemal Kılıçdaroğlu, presidente del progresista, socialdemócrata y laico Partido Republicano del Pueblo (Cumhuriyet Halk Partisi: CHP). Es diputado de la Gran Asamblea Nacional de Turquía desde el 2002 y líder de la principal oposición, la Alianza Nacional, conformada por el CHP y cinco otros partidos de ideologías diversas.

Los resultados

En las elecciones parlamentarias del 14 de mayo, que tuvieron una participación del 87%, la conservadora, nacionalista y islamista Alianza Popular, constituida del Partido de la Justicia y del Desarollo (Adalet ve Kalkınma Partisi: AKP) del actual presidente Recep Tayyip Erdoğan y de tres otros partidos (el MHP, el BBP y el YRP), ganó 322 de los 600 escaños de la Gran Asamblea Nacional de Turquía (pero el BBP perdió el único escaño que consiguió en el 2018). La atrapalotodo Alianza Nacional, conformada por el Partido Republicano del Pueblo (Cumhuriyet Halk Partisi: CHP) de Kemal Kılıçdaroğlu y cinco partidos más (el İYİ, el DEVA, el GP, el SAADET y el DP), logró hacer ganar 213 de sus candidatos (solo el CHP y İYİ lo consiguieron).

En la primera vuelta de las elecciones presidenciales (que se celebraron simultáneamente con las legislativas y en las cuales participaró el 88,9% del los eligibles), Erdoğan acaparó el 49,50% de los votos (27.088.350), mientras que su principal rival consiguió el 44,89% (24.568.196). En ambos bandos se destacan sentimientos mixtos en cuanto a estos resultados. Por un lado, el partido de Erdoğan perdió 28 escaños en comparación con las últimas elecciones parlamentarias en 2018, y es la primera vez que el político no alcanza la mitad de los votos en unas elecciones presidenciales, forzándolo así a competir en una segunda vuelta por primera vez. Sin embargo, su alianza sí ha mantenido su mayoría parlamentaria, y él mismo salió favorito en la primera vuelta de las presidenciales.

Por su parte, el partido de Kılıçdaroğlu ganó 23 escaños y hizo que Erdoğan obtuviera su peor resultado electoral a la fecha. Sin embargo, pese a ello, la oposición no consiguió un número superior de votos en ambas elecciones (parlamentarias y presidenciales). Sorprendentemente para muchos, ni los más de 50 mil muertos por el terremoto del pasado 6 de febrero (muchos de los cuales se atribuyen a la mala gestión gobernemantal y a la normas edificios), ni la alta inflación (72,3% en 2022 según el Banco Mundial) pudieron sellar el destino de Erdoğan. Varios factores pueden explicar la resiliencia del presidente.

"Turcos negros" versus "turcos blancos"

Los resultados electorales en Turquía traducen la polarización de su sociedad en dos bloques principales, los designados como "turcos negros" y "turcos blancos". Esta separación no está relacionada en absoluto con el color de piel, sino con la ideología: los "turcos negros" son aquellos turcos más nacionalistas, conservadores y religiosos, típicamente procedente de las poblaciones más rurales del interior y norte del país. Sin sorpesa, forman la mayoría del electorado de Erdoğan.

Los "turcos blancos", ellos, corresponden a los turcos más seglares, progresistas y "occidentalizados" que se encuentran en las regiones urbanizadas de la costa mediterranea, así como en Tracia (la parte geográficamente europea de Turquía) y las grandes ciudades de Estambul y Ankara. Con los kurdos, constituyen la base de apoyo a Kılıçdaroğlu. La divisón territorial es clara en el mapa de resultados electorales (ver abajo).

La persistencia del lado erdoganista a pesar de la situación económica desfavorable demuestra la fuerza de las convicciones y del tamaño demográfico de los turcos negros. Efectivamente, para muchos de ellos, el temor de regresar al Turquía de antes de Erdoğan, la Turquía kemalista (ver apartado ¿Qué es el kemaliso?)que durante décadas fue pro-occidente y laica supera toda otra preocupación. El hombre que ha sido su presidente durante los últimos 9 años es una figura fuerte que consideran como protector de su visión de Turquía, más conectada a sus raíces religiosas y nacionalistas.

Los kurdos, una minoría con un rol mayor

El electorado kurdo, que representa alrededor de un quinto de la población del país, dio su voto mayoritariamente a  Kılıçdaroğlu. Por ejemplo, en Diyarbakır, la poblada con mayoría kurda más poblada del país (1,8 millón de habitantes en su área metropolitana), la cabeza de la oposición consiguió el 72% de los votos. Los kurdos están dando la espalda a

Erdoğan en parte por su fuerte retórica nacionalista turca, su creciente autoritarismo y su percibida discriminación anti-kurda. El principal partido kurdo, el Partido Democrático de los Pueblos (Halkların Demokratik Partisi: HDP), no presentó un candidato en las elecciones presidenciales para que sus apoyos sean dados a Kılıçdaroğlu. Sin embargo, la participación electoral en las regiones kurdas, aunque alta (alrededor del 80%), fue aún así menor que en el resto del país. Sigue habiendo algunas reservas por parte del electorado kurdo frente a la idea de votar por un partido kemalista, dada el histórico de esta ideología hacia la minoría étnica más importante del país. 

El electorado kurdo, la minoría étnica más grande del país (representa alrededor de un quinto de la población), otorgó su voto mayoritariamente a Kılıçdaroğlu. Por ejemplo, en Diyarbakır, la poblada con mayoría kurda más poblada del país (1,8 millón de habitantes en su área metropolitana), la cabeza de la oposición consiguió el 72% de los votos. Los kurdos están dando la espalda a Erdoğan en parte por su fuerte retórica nacionalista turca, sus propensiones autoritarias y su percibido discurso anti-kurdo.

Sin embargo, cabe destacar que la participación electoral en las regiones kurdas, aunque alta (en torno al 80%), fue aun así menor que en el resto del país, donde oscila alrededor del 90%. Asimismo, sigue habiendo algunas reservas por parte del electorado kurdo frente a la idea de votar por el partido de Kılıçdaroğlu, partido que fue históricamente hostil a la identidad kurda.

La diáspora pesa

Del 1,8 millón de turcos que viven fuera de su país de origen y que votaron en las elecciones presidenciales, el 57,47% optó por Erdoğan (una proporción mayor que la de sus compatriotas que no emigraron), contra el 39.57% por Kılıçdaroğlu. : la proporción de turcos que optaron por otorgar un tercer mandato presidencial a la cabeza del AKP en la primera vuelta es del 72% en Austria y Bélgica, 69% en los Países Bajos, 65% en Alemania y 62% en Francia. Aunque Kılıçdaroğlu consiguió la mayoriía de escrutinios de ciudadanos turcos en varios otros países europeos (por ejemplo, 57% en Suiza y  un impresionante 79% en el Reino Unido), no alcanzan el tamaño numérico de los anteriormente citados

Esta inclinación (no reciente) de los expatriados turcos y sus descendientes en Europa a votar por Erdoğan puede explicarse por factores socioeconómicos (una importante proporción de los turcos ahí proviene de una clase obrera menos instruida y más conservadora) e identitarios (frente al sentimiento de no ser incluidos o valorizados en su sociedad de acogida, los turcos de Europa reivindican su "turquicidad" votando al candidato más nacionalista).

Además, mediante órganos como el Directorio de Asuntos Religiosos (conocido como "Diyanet") o la organización islamista Millî Görüş ("Visión Nacional") que rigen una cantidad sustancial de mezquitas y actividades para turcos en el continente europeo, el gobierno erdoganista ha podido seguir transmitiéndoles los valores derechistas que caracterizan su electorado.

Desigualdad de oportunidades

Tras el intento de golpe de Estado del 2016, el gobierno de Erdoğan tomó un giro hacia el autoritarismo. Desde entonces, muchos políticos, periodistas y activistas que se han pronunciado contra su poder han sido apresados bajo cargos tales como corrupción, sedición, apología del terrorismo o incitación al odio, al término de procesos judiciales empañados de irregularidades.

El control estatal sobre los medios de comunicación resultó en una desproporcionada cobertura mediática de Erdoğan durante la campaña electoral, en detrimento de su rival. A ello se suma la autocensura ejercida por algunos por miedo a represalias. Por consiguiente, pese a que, según observadores internacionales, las elecciones se celebraron generalmente respetando las normas, y aunque la oposición admitió que las pocas anomalías que se detectaron no alteraron significativamente los resultados, el contexto político en que se desarrolló la campaña electoral sí favoreció a Erdoğan y a sus aliados.

En el caso poco probable de que Kılıçdaroğlu lograra la ardua tarea de ganar la segunda vuelta de las elecciones presidenciales a finales de mes, y así acceder al cargo más alto del país, el parlamento dominado por la coalición adversa sería una estorbosa piedra en su zapato.

Así votaron los turcos*

(52.972.968 votos válidos)

(primera vuelta de las elecciones presidenciales)

En naranja: Erdoğan (27.133.837 votos, 49,52%)

En rojo: Kılıçdaroğlu (24.594.932 votos, 44,88%)

En gris: Otros candidatos (3.067.305 votos, 5,60%)

El nivel de participación fue del 88,84%.

En naranja: las provincias donde Erdoğan obtuvo la mayoría absoluta o relativa de los votos

En rojo: las provincias donde Kılıçdaroğlu obtuvo la mayoría absoluta o relativa de los votos

*Los resultados son preliminares y sujetos a pequeños cambios

Así quedó la repartición de los 600 escaños de la Gran Asamblea Nacional de Turquía*

(elecciones parlamentarias)

En naranja: Alianza Popular (323 escaños)

En rojo: Alianza Nacional (212 escaños)

En morado: Alianza Trabajo y Libertad (65 escaños)

El nivel de participación fue del 86,98%.

Adaptado de un gráfico del sitio web bbc.com

*Los resultados son preliminares y sujetos a pequeños cambios

¿Qué es el kemalismo?

El kemalismo es una ideología que tiene su nombre de su instigator, Mustafa Kemal Atatürk, quien la usó como directriz para guiar la República de Turquía que fundó 1923 a partir de las cenizas del Imperio Otomano. Se caracteriza por seis principios: el republicanismo, el populismo, el nacionalismo, el laicisimo, el estatismo y el reformismo. Bajo el principio del nacionalismo, las minorías no-turcas del país vieron sus particularidades culturales denegadas en un esfuerzo de "turquificación" de las mismas por parte del Estado. Los kurdos, por ejemplo, fueron designados como "turcos de montañas", reprimidos y segregados durante décadas, tratamiento que sigue hoy en día en algunos aspectos.

Datos sobre Turquía

Nombre oficial: República de Turquía

Ubicación: Medio Oriente (97% del territorio turco), Balcanes (3% del territorio turco)

Capital: Ankara

Área metropolitana más poblada: Estambul

Idioma oficial: turco

Superficie: 783.562 km² (37.º en el mundo)

Población: 85.341.241 personas (2022, estimación) (18.º)

Índice de desarrollo humano (IDH): 0,838 (2021) (47.º)